El proyecto de la planta de biomasa de Mondariz, promovida por Engabiomasa, está en estos momentos en fase de tramitación ambiental, a la espera del estudio de impacto ambiental solicitado por la Secretaría Xeral de Evaluación Ambiental.

Este organismo, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras sometió a consulta pública la necesidad de exigir el estudio de impacto ambiental y finalmente lo ha solicitado.

"Este tipo de iniciativas permitirá potenciar la limpieza de los montes, mejorar la gestión forestal y, por supuesto, ayudar en la lucha contra el fuego" declaró el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, tras visitar recientemente la central de biomasa Allarluz, en Allariz, un proyecto similar a los iniciados en la provincia en las localidades de Mondariz, Meis y Forcarei.

En esta línea, los responsables de Allarluz defienden que las plantas de biomosa favorecen "la limpieza de residuos forestales, la repoblación de la masa forestal, el crecimiento de arbolado, la mejora de la calidad del mismo, así como la merma del peligro de plagas e incendios".

Respecto a la tramitación de la planta mondarizana, Cores Tourís explicó que "las solicitudes presentadas ante la Consellería de Industria fueron admitidas y se está tramitando toda la documentación".

El grupo ecologista Adenco es uno de los que reivindicó que se realizase un estudio de impacto ambiental de la planta. Considera que "esta macroincineradora no tiene garantizadas las 320 toneladas diarias de biomasa necesaria para su funcionamiento, por lo que necesitaría importantes cantidades de cultivos energéticos".

Este hecho lo confirma, según Adenco, el estudio realizado por el Instituto Enerxético de Galicia de título "Análisis de la viabilidad del mercado de biomasa en Galicia y norte de Portugal", que reconoce la necesidad de la utilización a gran escala de cultivos energéticos para este proyecto de planta de biomasa para producir electricidad.

Según este estudio serían necesarias para la incineradora más de 11.000 toneladas anuales de cultivos energéticos de especies alóctonas e invasoras como la Paulownia, el eucalipto, la mimosa, la acacia de madera negra o la falsa acacia.