Viveristas del Baixo Miño, a través de la empresa comercializadora Coplant, han regresado de la feria internacional Flower Show de Turquía, celebrada en Estambul, con 90 contactos útiles en cartera, la confirmación de la visita de importadores en enero y febrero de 2014 (con pedidos seguros) y contactos directos con el mercado bosnio y el ruso, además de acuerdos directos con un cliente potencial de Líbano y de relación y ventas a clientes italianos.

La ayuda de la Cámara de Comercio de Tui que, a través del Plan Foexga, financió el 50% de la inversión de 10.000 euros en esta experiencia, "ha sido decisiva e impecable", afirma el director gerente de Coplant, Emilio Estévez Martínez, quien confirma que "la inversión en la feria está pagada".

En este certamen ferial, Coplant ha realizado una prospección de mercado enfocada hacia países asiáticos cercanos a Turquía, como Uzbequistán, Tayiquistán, Armenia, Georgia y Kazajistán, cuyos canales habituales de suministro en planta son Turquía y Rusia, dos países en los que Coplant quiere afianzarse. "Nuestro producto encaja perfectamente en su demanda y es de una calidad muy superior a su propia producción", por lo que ven un mercado virgen de mucho interés, con posibilidad de una expansión casi inmediata y más sencilla.

Emilio Estévez Martínez precisa en este sentido que durante este año se va a trabajar en la preparación de la próxima feria en Estambul, cara a la expansión por todo el país, con aplicación de las medidas fitosanitarias muy estrictas que exigen y los trámites administrativos requeridos.

Ha podido comprobar además que el producto llega perfectamente desde Galicia hasta Estambul, con apoyo de una línea italiana que incluso se encargó del riego de las plantas.

Con estas buenas expectativas, poco corrientes en la época actual, las perspectivas apuntan a una expansión de ventas que puede llegar a 50 o 60.000 euros en 2014, lo que equivale a un uno por ciento más que en este año.

Durante su estancia en la feria también han percibido que sus precios resultan atractivos en los mercados asiáticos, lo que representa un aliciente para los viveristas que apuestan por buscar caminos de comercialización en el exterior. Si se materializan las operaciones iniciadas, podría ser necesario la ampliación de las plantaciones en el Baixo Miño, para tener capacidad de suministro.