El puente románico de Mañufe se deshace. La fuerza del agua y las inundaciones que en invierno afectan al río Miñor a su paso por Gondomar han provocado graves daños en la estructura, cuyo origen se sitúa en torno al siglo XII y que ahora corre el riesgo de desmoronarse. Para evitarlo, la Concejalía de Vías y Obras ha acometido una obra urgente para proteger el paso de nuevas riadas.

Jesús Salgueiro, responsable del departamento, explicó ayer que los trabajos de refuerzo del puente han consistido en blindar con perpiaños su tajamar -saliente triangular situado en la base del pilar central de la estructura para evitar el impacto directo del agua-, del que el invierno pasado se desprendieron varias piedras como consecuencia de una riada.

Tras estudiar la situación, recordó Salgueiro, el Concello encargó al arquitecto Antonio Soliño un proyecto para reconstruir la estructura que ya cuenta con la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio. Sin embargo, al comenzar las obras se comprobó que los daños eran mayores de los previstos inicialmente, puesto que "las piedras del tajamar estaban huecas", indicó el edil de Vías y Obras.

La nueva situación "imposible de prever" inicialmente, indicó Salgueiro, obligó al Concello a cambiar su plan inicial y adoptar una medida de protección "provisional" en el puente para reducir el impacto del agua sobre él y evitar que aumente su deterioro en caso de nuevas riadas.

Mientras, el gobierno local ya ha encargado un nuevo proyecto al arquitecto, que "ya trabaja en su redacción", explicó el alcalde, Fernando Guitián, Las obras futuras, según regidor, contemplan la retirada de la actual cubierta de hormigón del puente y la construcción de una pasarela peatonal, además de la rehabilitación integral de la estructura.

Con estas obras, el Concello de Gondomar pretende valorizar un puente que, aunque datado en el año 1140, podría existir ya desde época romana y haber sido objeto de posteriores modificaciones. El puente, aunque de menor tamaño, es en todo caso anterior al de A Ramallosa, situado en la desembocadura del Miñor.