Cientos de ranas e insectos conviven en la "piscina" infecta en una obra abandonada en pleno centro urbano del barrio baionés de Sabarís. El agua estancada ha llegado a alcanzar alturas de 80 centímetros sobre los cimientos del malogrado edificio durante el invierno, aunque en la actualidad no supera los 20. El Concello de Baiona lleva cuatro meses tras la promotora Residenciales Viasa, titular de la obra paralizada hace al menos cinco años, para exigirle que achique la parcela y garantizar la salubridad en la zona, pero por el momento no lo ha conseguido.

El último trámite realizado por el Ayuntamiento ha consistido en enviar el edicto al de Vigo para que lo publique en su tablón de anuncios, después de varios intentos de notificación infructuosos a la firma de promoción inmobiliaria que inició las obras a mediados de la pasada década y llegó a colocar poco más que la cimentación del edificio de viviendas en la calle Pontenova, entre la glorieta de Santos Peralba y la Avenida de Sabarís.

La concejala de Urbanismo, Ana Simons, confirma la gestión del Concello baionés y la atribuye al cumplimiento de la normativa relacionada con la salubridad, la higiene y el ornato". Abunda asimismo en que todos los propietarios de fincas deben mantenerlas limpias, tanto de maleza como de agua, como ocurre en este caso.

La orden municipal requiere a la empresa el saneamiento de agua de la parcela y le advierte de que, en caso de incumplimiento "la Administración municipal procederá a la ejecución subsidiaria o la ejecución forzosa mediante la imposición de multas coercitivas de 300 a 6.000 euros, reiterables hasta lograr la ejecución de las obras ordenadas".

Existen informes de la Policía Local que respaldan la medida del Concello y que certifican el anegamiento continuado de la parcela e instan incluso una inspección de los servicios técnicos de la obra para comprobar el estado de la grúa de estructura metálica instalada dentro de la zona inundada. Y es que el agua podría dañar la base sobre la que se sustenta la columna metálica.

Asimismo, la comunidad de propietarios del inmueble contiguo ha denunciado la acumulación de aguas e insectos y las filtraciones y humedades que el agua estancada provoca en sus garajes.