El conflicto del tanque de tormentas junto a la urbanización de As Garzas llevó la noche del jueves al PP de Gondomar a perder su primera votación desde que gobierna en minoría. La oposición aprobó instar a la Xunta a paralizar las obras del depósito de aguas fecales y pluviales, llevárselo del centro urbano y ubicarlo cerca de la depuradora. Lo logró gracias al voto favorable del edil díscolo popular, Eladio Costas, y de la abstención del Centro Democrático Liberal (CDL), que rompió la disciplina del gobierno de coalición y se abstuvo ante la propuesta de los nacionalistas.

Ocurrió en el primer pleno ordinario con normalidad del año en el municipio, después de seis meses de protestas de los afectados por participaciones preferentes y obligaciones subordinadas de Novagalicia Banco. Tras un acuerdo con los estafados, el alcalde, Fernando Guitián, convocó la sesión con el objetivo de resolver la gestión municipal de los comedores escolares el próximo curso y diversos asuntos pendientes.

Su grupo, el popular, se quedó solo en la votación de la propuesta presentada por Antonio Araúxo, edil de Anova. El nacionalista instó a la Corporación a solicitar a Augas de Galicia el freno a las obras y el traslado del depósito y el bombeo a un lugar alejado de las viviendas. Recordó que el proyecto de saneamiento, en que el organismo invierte 3,5 millones, se aprobó en noviembre de 2010 sin la "necesaria fiscalización de la oposición", que en aquel momento ostentaban los cinco ediles nacionalistas, a los que el alcalde -entonces el popular Martín Urgal- había prohibido el acceso a expedientes municipales.

Las consecuencias de aquella "falta de transparencia", explicó, suponen una obra problemática que genera desconfianza entre los vecinos y "elevados costes de mantenimiento" que tendrá que asumir el Concello.

Los cinco votos nacionalistas, sumados a los dos del PSOE y otros tantos del concejal de IxG y el todavía popular Eladio Costas sirvieron para dar luz verde a la propuesta, dado que los socios centristas Natalia Salgueiro e Ignacio Troncoso se abstuvieron.

Araúxo emplazó al regidor a trasladar el acuerdo al Ejecutivo gallego "para que la moción prospere de acuerdo con lo debatido, no vaya a ser que quede dormida en un cajón de la Alcaldía".

Mientras tanto, los afectados continúan recabando apoyos con el fin de poner freno a unas obras que llevan días en stand by. Han contratado un abogado para acudir a la vía judicial. Preparan una reunión para los próximos días, en la que expondrán los avances de sus gestiones e insisten en la necesidad de que "todos los vecinos del núcleo urbano se conciencien de que el tanque de tormentas puede perjudicar a toda la villa".