En torno a seiscientos mayores de Baiona disfrutaron ayer de su fiesta anual con una comida ofrecida por el Concello en el restaurante Rocamar. Los actos comenzaron al mediodía con una misa en la antigua colegiata y, desde allí, los participantes fueron trasladados en autobuses hasta el establecimiento hostelero, donde además de comer se arrancaron a bailar. La Concejalía de Servicios Sociales indica que optó por realizar el homenaje porque los abuelos "se lo merecen", aunque asegura que se han ajustado los costes "por los tiempos que corren".