"En 1969, el ser humano pisó la Luna y, coincidencia o no, en ese mismo año llegó también a Figueiró don José Luis Portela Trigo". Así comenzó su emotivo discurso Rubén Muñoz, presidente de la Asociación Veciñal Fonte dos Carreiros de Figueiró, en el acto de homenaje al párroco y rector del santuario, al que agradeció su papel como "el mejor embajador" de Figueiró y a quien dedicó una frase que refleja su sentir: "A gratitude é a memoria do corazón. Vostede permanecerá sempre no meu, no noso, ¡gracias amigo!". Un pergamino en piedra, obra de Luis Álvarez, inmortaliza desde ayer esta jornada, colocado en el muro del santuario.

La gran talla espiritual del homenajeado "siempre dispuesto a escuchar, con una palabra amable que nos reconforta y nos guía", fue otro de los enfoques. Rubén Muñoz trasladó el agradecimiento por esos décadas de trabajo y esfuerzo, en nombre de la parroquia de Figueiró, de sus vecinos, feligreses y amigos de Estás, Forcadela, Tomiño, A Guarda, Tui y resto de la zona, citando expresamente la presencia de la Asociación Veciños de Valladares, que obsequió al homenajeado con una imagen.

Don José Luis Portela Trigo, fiel a su personalidad, hizo un memorial de los hechos que han marcado estos 43 años, incluidas cifras, que es la materia que mejor domina. Recordó los 8.000 árboles que plantó, para poder vender madera y financiar las obras del templo, y que ardieron. Citó usuarios, gastos e inversiones, añadiendo la aportación de todo su patrimonio en las instalaciones del Santuario, que quedan para la posteridad. Alabó la labor de catequistas y se extendió en agradecimientos. Asistieron concejales de Tomiño; el alcalde de O Porriño, Nelson Santos; Julia Sobrino; el ex alcalde José Luis Fernández, amigos, párrocos y vecindad, que le acompañaron.