El PSOE de Baiona se queda sin dirección. Su secretaria xeral, Isabel Domínguez, ha presentado la dimisión y, con ella, toda su ejecutiva local, integrada por siete personas. Abandona el cargo en el partido, pero no el de portavoz municipal, ni tampoco la militancia en la formación. La maniobra ya deja clara su intención de mostrar su disconformidad con el aparato socialista. La que fue una persona "de peso" en la etapa del bipartito en la Xunta -como delegada provincial de la Consellería de Política Territorial-, no duda en manifestar un "profundo desacuerdo con todos los dirigentes y su política".

Deja su puesto orgánico pero se mantiene como afiliada con la intención de "cambiar las cosas desde dentro". Se queda también en la Corporación municipal porque se siente "más cómoda haciendo oposición al PP" que a su propia formación. "Soy una mujer profundamente de izquierdas y profundamente socialista. Sería incoherente por mi parte seguir en un partido que no practica la política en la que creo, pero considero que debo defenderla ante el adversario", subraya.

Asamblea el martes

Como mandan los estatutos del partido, todos los miembros de la ejecutiva local que Domínguez nombró hace un año tras resultar elegida secretaria xeral caen con ella. Los ocho se presentarán el próximo martes ante la militancia en una asamblea convocada a las 20.30 horas en la sede local. Aunque la encargada de dar las explicaciones será Domínguez, dado que la decisión ha sido personal.

La ejecutiva provincial del PSdeG conoce su abandono desde el miércoles. Ahora tendrá que nombrar una comisión gestora y abrir un proceso electoral para la futura dirección local. Por el momento no existen aspirantes ni será fácil encontrarlos. Según fuentes de la formación local, existe un "clima de desmotivación" ante la parálisis que sufre el partido desde hace meses.

El desencanto entre los socialistas baioneses no es reciente. Podría remontarse a las elecciones municipales de 2007. El entonces candidato, Carlos de la Peña, logró resultados históricos con seis concejales. Enseguida abandonó la localidad. No había logrado la pretendida Alcaldía y el gobierno de Zapatero lo colocó al frente de empresas públicas como Tragsa o Adif. Su marcha dejó al partido huérfano de liderazgo y y sobrado de divisiones internas. Las discrepancias se agudizaron con el regreso de Domínguez a la política local como candidata tras recuperar el PP la Xunta en 2009. No alcanzó los resultados esperados en las municipales de 2011. El PSOE cayó de seis a cuatro concejales, en la misma proporción que la moral de sus afiliados.

-Formó parte del gobierno de Touriño en la Xunta y ha sido una persona de confianza de la exconselleira María José Caride, ambos en la corriente opositora a Pachi Vázquez en las filas del PSdeG. Habrá quien crea que deja la agrupación de Baiona para formar parte de algún grupo que se enfrente al líder socialista gallego en las controvertidas primarias.

-No. Yo no creo en el sistema interno del partido, que está preparado para que gane aquel que tiene más amigos, no el mejor el más preparado. No voy a participar en nada de eso porque no hay ninguna voz el PSOE que promueva un discurso de cambio. Las primarias serán una pantomima en la que Pachi Vázquez será el único candidato.

-No apuesta por nadie.

-No. Insisto en que los políticos debemos promover el cambio. En la situación de crisis económica y desafección política, tenemos que modificar el sistema: listas abiertas, ley electoral, independencia entre poderes legislativo, ejecutivo y judicial... y, sobre todo, medidas reales para paliar la crisis. Es impresentable que el PSdeG haya perdido 230.000 votos en las autonómicas y que la única dimisión sea la mía. El PSOE no pretende cambiar nada. No puedo seguir callando dentro de una formación con la que discrepo.

-¿No ha habido conflictos internos en Baiona?

-En absoluto. Mi decisión está tomada desde hace tiempo, desde que dejé la ejecutiva provincial. Los compañeros de la local han intentado convencerme para que continúe, pero está muy pensada y recapacitada. Siento una profunda desafección respecto a mi propio partido y no puedo continuar defendiéndolo en próximas citas electorales.

-Pero sí hay voces críticas con usted en el PSOE baionés. Algunos afirman que el grupo mayoritario de la oposición no ejerce su papel.

-Debe haberlas con cualquier secretario xeral. Admito que estamos anquilosados. No puedo trabajar en estas condiciones. Y agradezco a las personas que me han mostrado sus discrepancias que lo hiciesen y a las que en su día se apartaron para que el partido siguiese adelante.

-¿Quién la sucederá?

-Nadie lo sabe. Que quede claro que no dejo a nadie en mi lugar. Será la militancia la que lo elija y yo trabajaré con la futura ejecutiva desde el grupo municipal con absoluta colaboración y lealtad.