El primer curro de la temporada, y quizás el único del sur de la provincia de Pontevedra, se desarrollará mañana domingo en A Valga, en Oia, con las máximas precauciones para cumplir con la nueva ley, el decreto equino de la Xunta. La asociación de ganaderos que promueve la rapa ruega a los participantes que se abstengan de hacer hogueras, causar daños en árboles, acampar o dejar basura en la zona, como ya había solicitado la comunidad de montes de Loureza, titular del terreno.

El presidente de los ganaderos, José Fernández, explica que la normativa considera el curro un "evento" y hace responsable a la asociación ganadera de "todo lo que pueda suceder en el recinto del curro y en un espacio total de 15 hectáreas". Así que, con el objetivo de evitar sanciones, la entidad insiste en la necesidad de que los asistentes "se sensibilicen para que no se pierda esta actividad ganadera de carácter cultural e histórico y, por supuesto, patrimonio etnográfico de Galicia".

Y con el fin de mantener también la capacidad económica de la asociación, los participantes en la rapa tendrán la oportunidad de contribuir con la compra de camisetas y gorras. La recaudación se destinará a los costes de permisos y seguros.

La Asociación de Gandeiros Curro da Valga agradece a las comunidades de montes de Loureza, O Rosal, Oia y Burgueira la concesión las autorizaciones de pastoreo necesarias conforme a la nueva normativa y a todas las personas que hacen posible el curro su ayuda.

Como es tradición, los ganaderos y aficionados se reunirán a primera hora de la mañana para conducir los caballos al recinto y, ya por la tarde, procederán a la rapa y al marcado a fuego de los animales.