Dorotea, su hermano y su hijo Rodrigo Domínguez ya viven en su casa reconstruida y amueblada en Sanguiñeda, después de que ésta ardiera el 18 de febrero de 2009.

Esta familia agradece la ayuda que le ha prestado la Asociación de Vecinos Ledicia, el Concello de Mos y las empresas que les han donado materiales de construcción para poder regresar a su vivienda, ahora con todas las comodidades que Dorotea necesita debido a la discapacidad física que le obliga a moverse en silla de ruedas. Rodrigo agradece especialmente la implicación del expresidente de la asociación vecinal, Jesús Ángel Rodríguez, quien impulsó esta iniciativa solidaria.

La casa destruida por las llamas carecía de seguro y por eso se habían quedado en la calle sin ninguna compensación económica. Hasta que su casa volvió a ser habitable residieron en la vivienda de un vecino.