El recorrido, enmarcado dentro del proyecto "Mar, traballo e patrimonio" y al que luego se sumarían otros 135 alumnos del IES Floriani, discurrió entre bateas, pescadores en plena faena, vestigios industriales del pasado y el presente y hasta el encuentro con el bateeiro "Martín Códax". Una hora y media que transcurrió plácidamente, bajo un sol radiante y siempre con el puente de Rande y la isla de San Simón como imponentes testigos.

El antropólogo Paulo Jablonski, el geógrafo Alberte Román y la bióloga Tania Martínez, de Trespés, fueron los encargados de que los estudiantes convirtiesen el didáctico viajes en un complemento para su formación académica.

Los adolescentes, primero medio dormidos por lo temprano del inicio de la travesía; luego, muy atentos a las explicaciones y completando el cuestionario que se les entregó; y, finalmente, inquietos ante el fin de la experiencia, conocieron de primera mano el arte de las nasas y los trasamallos para la captura del choco; la importancia de las praderas de ceba donde se nutre y cría el cefalópodo estrella de la gastronomía redondelana; la influencia que los ríos Alvedosa, Pexegueiro y Verdugo tienen en esta parte de la ría; las consecuencias negativas que los rellenos y dragados tuvieron históricamente en el lugar; y hasta pudieron ver in situ a un naseiro en plena faena.

La visita tocaba a su fin y el alcalde, Javier Bas, quiso tomar la palabra para que los estudiantes tuviesen conciencia del "orgullo de ser choqueiros, en el paraje maravilloso y cargado de historia que les contempla", para después no perder la oportunidad de abrirles los ojos ante "el mes de mayo intenso" que tienen ante sí, para no perder nunca la oportunidad "de ser embajadores de su tierra".

Una intensidad, la del trayecto, que se reflejaba en los rostros de los expedicionarios. La redondelana Nieves Dacosta, de 15 años, futura pediatra, subrayaba "lo bonito que es el viaje", si bien no tenía intención de trabajar en algo relacionado con el mar. Al igual que su vecino Daniel Sánchez, también de 15 años, aún con el futuro sin perspectiva fijada, no descartaría orientar su futuro laboral hacia "una biología", pues siempre le ha parecido "un trabajo muy interesante".

La visita concluyó tras hora y media de plácido y lento recorrido por la ensenada, de un profundidad de entre 8 y 11 metros. Aguardaban los estudiantes del Floriani para vivir otra visita didáctica y conocer el entorno dónde vive la especie estrella de Redondela, cuyas capturas en 2012 rebasaron las 28 toneladas y produjeron 300.000 euros de ganancias, como desveló uno de los guías de Trespés.