Más de medio centenar de vecinos de Chapela se concentraron ayer por vez primera ante la sucursal que NGB cerrará este martes en el número 51 de la avenida de Redondela, en una protesta que incluyó pegada de carteles en cristales y paredes exteriores de la oficina, ante una decisión -adelantada sorpresivamente una semana y anunciada por carta a los clientes para este martes día 7-. Una medida que los concentrados, entienden, será "mortal de necesidad para la zona alta de la parroquia".

Varios de los concentrados, convocados por la Comunidad de Montes y la Asociación de Afectados por la Ampliación de la AP-9 de Chapela, ya han mantenido "serios contactos con otras entidades con implantación en el municipio" -que por el celo de las negociaciones prefieren mantener en secreto-, asegurando que estas "han respondido positivamente a las demandas", tal y como aseguran los directivos de estas dos entidades Francisco Puch y Roberto Villar, que ya han reunido 1.542 firmas de protesta.

"Quienes han decidido el cierre no han tenido en cuenta que, manteniendo solo la sucursal de la avenida de Vigo 222 (en Chapela de abajo), condenan a muerte a una zona alta separada de la otra nada menos que por una autopista y una vía del tren; y que se condena así a una barriada que, aunque dispersa en lo poblacional, es muy dinámica y cuenta con numerosos negocios, institutos y hasta un centro de salud que se verán seriamente perjudicados", subrayan ambos directivos.

Con gritos de "Chapela busca banco" y "Eles marchan, as nosas contas tamén", los concentrados desplegaron una pancarta que rezaba "Si ti me deixas, eu abandónoche, NGB", una entidad esta que ha anunciado también el futuro cierre de la sucursal de Cesantes tras una prórroga de 6 meses. Los vecinos anunciaron otra protesta para hoy, a las 11.00 horas, en el mismo lugar y aprovechando que la oficina abrirá al público, cosa que ayer tarde, pese a estar anunciado no hizo.