El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, ha reseñado hoy que la Guardia Civil no intervino en el desalojo ayer del Gobierno local de Ponteareas, cuyos miembros acabaron saliendo por una ventana, porque desde la corporación no solicitaron auxilio para la Policía Local, pese a verse desbordada.

Juárez ha explicado en la visita a las obras de la nueva depuradora de Vigo que si se lo hubieran pedido, los agentes de la Benemérita, que estaban en los exteriores del consistorio de Ponteareas "en un número significativo", habrían ayudado a sacar escoltados al alcalde y a los concejales del PP.

Ha recordado que así lo hicieron recientemente en Porriño, donde agentes de la Guardia Civil de paisano sacaron protegidos del salón de plenos a los miembros del Gobierno local tras pasar toda la madrugada junto a afectados por las participaciones preferentes y concejales de la oposición, a requerimiento de la Policía Local.

Juárez ha destacado que, "muchas veces", los responsables municipales prefieren que no haya una intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado porque "quieren manejar las cosas de otra manera", y ha insistido en que ayer la Guardia Civil "actuó en todo momento a requerimiento del Ayuntamiento".

Por lo demás, el delegado del Gobierno ha revelado que ayer se reunió en A Coruña con un grupo de afectados por las preferentes, a los que trasladó que la administración central "comprende perfectamente su situación", ya que se trata de "dramas personales", y busca "las soluciones mejores para ellos, dentro del realismo".

Juárez ha hecho estas declaraciones durante la visita a las obras de la nueva depuradora de Vigo, que se vio alterada por la presencia de un centenar de afectados por estos productos híbridos de Vigo y Val Miñor, quienes retuvieron a las autoridades durante unos 45 minutos.

Tras mantener un breve encuentro con varios portavoces de los afectados, tanto Juárez como el conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, el subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, y la directora general de Aquanorte, Isabel Pérez-Espinosa, salieron en sus coches oficiales escoltados por la policía.