El Concello de Arbo sorteó, ayer a mediodía, cinco lampreas capturadas en el río Miño por los pescadores artesanales de Arbo. Cada vez es menor el número de lampreas que llegan a las pesqueiras arbenses, por eso adquieren mayor valor.

En los bares y restaurantes del municipio se han vendido, en las últimas semanas, rifas al precio de un euro para poder optar a una de esas preciadas lampreas, y ayer se conocieron los boletos ganadores. En el sorteo estuvo presente el alcalde, Xavier Simón, y un trabajador municipal.

Esta iniciativa se ha hecho por segundo año consecutivo en colaboración con la Asociación de Pescadores O Trabadoiro de la que forman parte 130 pescadores. "Queremos recordar que tenemos una tradición muy antigua y hay que preservarla", comenta el presidente de los pescadores, Ángel Fernández, quien explica que "hace 30 años quisieron hacer un embalse aquí en Arbo y esa amenaza sigue existiendo. Entonces, la gente pensó que era inevitable porque se les pagó por los terrenos y dejó de darle importancia a que se pescara menos porque pensaban que al final se iba a cubrir todo de agua. Sin embargo, finalmente, estamos a punto de conseguir que no se construya y hay que recuperar el tiempo perdido".

Las tres primeras semanas de temporada de pesca artesanal en el río Miño han sido positivas, con unas capturas superiores a las de la pasada campaña, en la que los lampreeiros padecieron una sequía histórica. "El año pasado tuvimos una sequía muy grande, nosotros dependemos del caudal del río, si es muy bajo solo pescan un par de pesqueiras, las demás quedan al descubierto. Cuando el caudal es muy elevado, tarde o temprano baja, pero cuando va muy seco no hay forma de pescar", apunta Ángel Fernández.

De todos modos, la experiencia les permite saber que las buenas jornadas de capturas aún están por llegar. Comenzarán después del día de San José, el próximo 19 de marzo, y la temporada se extenderá hasta el 15 de mayo.

En la zona artesanal del Miño, los lampreeiros usan dos tipos de redes; el biturón, que es una red con armación como si fuese una nasa, y la red "cabeceira" que tiene una boya y se considera un arte de pesca exclusivo de esta zona del Miño.

Es difícil cifrar una media de capturas por pesqueira, ya que unas son más exitosas que otras. Influye la curva del río, que el caudal sea más o menos favorable o que la pesqueira esté mejor o peor hecha. "Alguna puede coger cinco o seis lampreas en un día pero es muy poco comparado con lo que se cogía en estas pesqueiras hace treinta años", asegura el presidente de los pescadores.