La Escola Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia trabaja ya en la redacción de un proyecto de recuperación integral que permita detener el serio deterioro que sufre desde hace años la iglesia monacal de Santa María de Oia, así como sus elementos ornamentales y objetos de culto.

La Asociación Cultural Amigos do Mosteiro (Acamo) impulsa esta iniciativa que, según su presidente, Francisco Javier Costas Goberna, "nos permitirá identificar los principales problemas del templo", amenazado principalmente por la humedad y las filtraciones de agua.

Costas Goberna indica que se han identificado ya algunas de las reparaciones más "urgentes", como el arreglo o sustitución de un ventanal junto al altar mayor. "Entra agua y suciedad del exterior y está poniendo en peligro el elemento más valioso de la iglesia: su retablo principal, del siglo XVII", explica.

Tampoco se han resuelto aún las filtraciones de agua que afectan a la zona de la torre del campanario, que los días de lluvia permanece sembrada de cubos y recipientes para recoger el agua que cae de la cubierta.

"Un grupo de vecinos ya ha iniciado una colecta para conseguir los fondos suficientes para realizar estas reparaciones", asegura el presidente de Acamo, que manifiesta su preocupación por el estado de la herencia de los monjes cistercienses que ocuparon el monasterio hasta 1835.

A pesar de los esfuerzos realizados ya para salvar imaginería, pinturas, retablos y mobiliario, la labor es ingente. Para conseguir fondos, Acamo realiza de forma periódica visitas guiadas al monasterio. Las últimas, por ejemplo, reportaron al colectivo el dinero suficiente para restaurar cuatro candelabros y una cruz de bronce bañados en plata que datan de principios del siglo XIX.