Un inusitado afán recaudatorio de la Guardia Nacional Republicana (GNR) portuguesa está afectando directamente a comerciales de empresas que realizan transacciones comerciales o gestiones en Portugal y circulan en el coche de empresa, del que no son propietarios. Se enfrentan a sanciones que oscilan entre los 200 y 600 euros, según casos, si no disponen de la guía de circulación emitida por la Aduana portuguesa (que exime de pagar el impuesto de circulación de vehículos de Portugal), un documento preceptivo desde hace unos años, pero que hasta ahora no se controlaba de esta forma.

Esta situación afecta a todos los trabajadores que circulan por Portugal con vehículos de matrícula española, cuando no son sus propietarios.

La Cámara de Comercio de Tui que preside Gumersindo Alonso Gestoso ha recibido una decena de peticiones de ayuda por parte de empresarios de la demarcación cameral, a cuyos comerciales les han impuesto multas, por lo que quieren tramitar cuanto antes la guía de circulación portuguesa.

Desde la Cámara se les facilita impresos que sólo se pueden adquirir en la Aduana de Portugal, como son la Declaración Aduanera de Vehículo (DAV) y el de Declaración Complementaria de Vehículo (DVC).

Además se facilita por escrito información sobre la exigencia de estas guías y sobre cuáles son los doce documentos que se exigen.

Como informa el secretario de la Cámara de Tui, Javier Pérez Alves, ha de ser el propio empresario, acreditando su poder empresarial mediante escritura pública, quien realice la gestión ante la Aduana de Viana do Castelo o en la de Braga, desplazándose hasta sus oficinas. Otra opción es remitir la documentación por correo postal en Portugal, pero se desconoce el plazo de tiempo en que el empresario recibirá la guía.

La ley que regula la admisión temporal en Portugal permite introducir vehículos durante un máximo de 183 para personas no residentes que no ejerzan profesión en territorio portugués o actividad remunerada, pero deben tramitar el acceso a este régimen de admisión temporal. Para ello, como en el caso de los comerciales, tienen que proporcionar a la Aduana información sobre su identificación personal, residencia, datos de la entidad empresarial, identificación del vehículo , además de las dos declaraciones aduaneras DAV y DCV, antes citadas. Como ejemplo, entre los doce documentos requeridos figuran el contrato para prestación de trabajo entre el empleado autorizado a conducir el vehículo y la entidad patronal propietaria del mismo; comprobante del registro de actividad comercial; prueba de pago del impuesto de circulación en el país de procedencia del vehículo, entre otros.