Los vecinos del entorno al puente de Julián, situado en la salida de Redondela por la carretera PO-250 hacia Reboreda, advierten del peligro para los conductores y peatones que a diario transitan por el lugar por la falta de varios bloques de piedra en uno de los extremos causados por el impacto de un vehículo.

El punto se encuentra balizado de forma provisional con unos conos y una cinta de plástico desde hace más de dos meses, lo que supone un riesgo para los viandantes, que por la escasa anchura del vial se juegan la vida para atravesar el puente.

Los vecinos de la zona ya reclamaron incrementar las medidas de seguridad en este puente después de la caída accidental el pasado 2 de septiembre de un peatón al río Alvedosa desde un punto sin vallas de protección con una altura de cinco metros. Se trata de una zona muy transitada por viandantes puesto que es el principal acceso al centro urbano desde la parroquia de Reboreda.

La ampliación de este puente es un asunto pendiente desde hace años, aunque nunca se ha llegado a concretar. El pasado año el alcalde redondelano, Javier Bas, planteó esta actuación al conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, que garantizó que su departamento estaba trabajando en el proyecto, que calificó de "prioritario" para su consellería en función de la disponibilidad presupuestaria. Hasta el momento existen expectativas de una actuación a corto plazo.