El Concello de Tui se suma a los de Ribadavia y Monforte de Lemos y a la Cámara de Comercio España-Israel para desarrollar el proyecto educativo y cultural denominado "Sefi, o amigo sefarad. Aventuras pola Rede de Xudarías", cuyo fin principal es dar a conocer las juderías gallegas, su patrimonio histórico y artístico, así como la forma de vida y cultura de los judíos y la convivencia entre éstos y cristianos gallegos. El protocolo se firmará mañana, a las 13.00 horas, en la casa consistorial de Ribadavia.

Este proyecto tiene un enfoque didáctico y entretenido, en el que niños y niñas podrán conocer y experimentar por medio de un juego divertido e interactivo una parte de la historia de Galicia que es desconocida para la mayoría de la población gallega.

El Concello de Tui enfoca esta iniciativa como una oportunidad para participar en la promoción de su patrimonio cultural y para ahondar en una línea de trabajo en la que lleva años realizando una labor de difusión, a través de las actividades que realiza dentro del programa de las Jornadas Europeas de la Cultura Judía que anualmente tienen lugar en la ciudad. La incorporación a este proyecto educativo reafirma el papel que Tui desempeña en este ámbito.

La ciudad tudense contó en la Edad Media con una activa comunidad judía que, según la documentación conservada, poseía su sinagoga, un cementerio y una carnicería. Después de la expulsión de los judíos, en 1492, fue la comunidad conversa la que mantuvo la presencia de la cultura judía entre los tudenses.

Una de las figuras más relevantes a resaltar es la del médico y filósofo, de ascendencia hebrea, Francisco Sánchez, nacido en Tui en el año 1550.

De indudable interés por su singularidad es el conjunto de "sambenitos" de la catedral, que se conservan expuestos al público en el Museo Diocesano. Se trata de piezas únicas de principios del siglo XVII que testimonian un proceso inquisitorial contra hombres y mujeres acusados de prácticas judaizantes.

Estos lienzos permanecían colgados en la catedral durante siglos, para perpetuar la memoria de la penitencia impuesta a reconciliados por sus prácticas judaizantes. Algunas de los expuestos son copia de los originales que se rehacían para que permaneciesen para siempre en las parroquias.