Tercer ataque a los montes comunales de la parroquia baionesa de Baíña en solo seis meses. Tras los dos robos de un total de 420 árboles autóctonos en dos parcelas distintas, perpetrados en marzo y junio, el espacio forestal registró el pasado día 20 de septiembre una intentona de incendio que trataba de arrasar una plantación de 9.000 robles en un recinto cerrado, ubicado en la zona de Fonte Regueira, en las proximidades de O Cortelliño.

El secretario de la comunidad de montes, Jorge Fernández Diz, interpuso la denuncia en el puesto principal de la Guardia Civil de Baiona-Nigrán esta semana. Los hechos ocurrieron al anochecer, según relató el miembro de la junta rectora que preside Bárbara Pereira Meneses. Unos desconocidos plantaron fuego en tres puntos diferentes separados varios metros entre sí "con la clara intención de arrasar la plantación", destacan ambos directivos de la comunidad de montes. Dos de los focos se sitúan en el interior del perímetro y el tercero, junto al cercado, aunque por la parte exterior.

Las llamas no lograron extenderse por todo el espacio, que mide un total de 15 hectáreas, ante la rápida intervención del servicio de emergencias de la Mancomunidade do Val Miñor. Al parecer, se dio la casualidad de que el tesorero de la comunidad de montes se encontraba de excursión por la zona con un grupo de visitantes, pasó por las proximidades de Fonte Regueira y observó el humo. Así que enseguida alertó al 112 que, a su vez, avisó a los efectivos comarcales.

La superficie calcinada alcanzó finalmente los 200 metros cuadrados y el número de árboles afectados está por cuantificar, aunque "son pocos", según señala Bárbara Pereira. Y es que este tipo de especies frondosas deben plantarse separadas varios metros entre sí para favorecer su desarrollo.

Las pérdidas ocasionadas por el fuego no superan los 400 euros, informó Jorge Fernández. La cuantía resulta insignificante en relación a los daños que la propagación del incendio podría haber causado. De haber alcanzado a la totalidad de la plantación o a su mayor parte, el perjuicio rondaría los 30.000 euros. La presidenta recuerda que estos árboles resultan caros ya en el momento de la reforestación. En este caso, ya han crecido en torno a un metro de altura, puesto que fueron plantados hace tres años.

La Guardia Civil investiga las circunstancias de lo ocurrido y su posible relación con los robos de robles y castaños ocurridos en los últimos meses en Valdofeito y en la pista que une Chan da Lagoa con San Cosme, con pérdidas de 10.000 euros en total para la sociedad mancomunada. Aunque en esta ocasión, el modus operandi de los asaltantes fue distinto, no se descarta que los hechos puedan haber sido perpetrados por los mismos autores.

Los sabotajes a la actividad de la comunidad de montes de Baíña causan una gran preocupación entre sus dirigentes. Bárbara Pereira muestra abiertamente su temor a que los autores de los ataques dañen el entorno de Chan da Lagoa, que se encuentra en plena rehabilitación. La comunidad ha puesto en marcha un proyecto valorado en 30.000 euros para mejorar el merendero y crear un aparcamiento. Ante esta situación, la junta rectora reclama más vigilancia por la zona a la Guardia Civil.