¿Podría asumir la red de abastecimiento de Baiona un potencial incremento de población en los próximos años? ¿Sería igualmente eficaz si se redujesen las lluvias un tercio durante el invierno? ¿Hay suficientes recursos hídricos para afrontar los picos de consumo durante el verano? La clave para responder a estas cuestiones tiene tres letras, WIZ, que denominan un programa piloto europeo que, a partir de una radiografía al detalle del estado actual de la red municipal de agua, desarrollará una aplicación informática con la que el Concello podrá conocer, controlar y planificar sus necesidades de agua potable en el futuro.

Este sistema pionero en Europa, impulsado por tres entidades italianas en colaboración con el Instituto Tecnolóxico de Galicia, "será, fundamentalmente, una moderna herramienta de toma de decisiones", explica Eugenio Marcote, que coordina el proyecto baionés desde la Diputación, organismo implicado en el proyecto junto al Concello y la empresa concesionaria del servicio (Espina y Delfín) desde el pasado mes de noviembre.

Marcote señala que hace unos días técnicos municipales y provinciales completaron la segunda fase del programa, un arduo trabajo de campo consistente en reunir información exhaustiva de las características de la red de abastecimiento (un minucioso inventario de tuberías, válvulas, depósitos, puntos de consumo y datos de demanda) para crear un modelo informatizado que "reproduce al milímetro su estructura y comportamiento", explica.

La tercera fase, ya iniciada por el Instituto Tecnolóxico de Galicia, consistirá ahora en ensayar el impacto de diferentes variables sobre ese modelo virtual. "Es el meollo", apunta Marcote, quien revela que el estudio permitirá conocer "cómo se comportarán los recursos hídricos y la red de abastecimiento ante parámetros como, por ejemplo, un incremento poblacional o un periodo prolongado de sequía".

Averías

Otra de las utilidades de este detallado estudio de la red es que permitirá identificar sobre el modelo posibles fugas o averías "con una precisión absoluta", indica el coordinador del proyecto, y sin necesidad de instalar sensores en las canalizaciones como ocurre en algunas grandes ciudades.

Eugenio Marcote señala además que un mejor conocimiento de su red municipal de abastecimiento ofrecerá al Concello una oportunidad de resolver problemas que mermen su eficacia y, quizás, de ahorrar costes económicos y consumo energético.

Más de 65 kilómetros de conducciones, al detalle El proyecto WIZ ha permitido al Concello de Baiona realizar un chequeo a su red de abastecimiento. Técnicos municipales y de la Diputación han recorrido la localidad en los últimos meses para registrar las características exactas de los 65.195 kilómetros de tuberías que dan cobertura al 90% del territorio.

Fue de hecho la amplia cobertura de la red uno de los factores que influyeron en la elección de Baiona para este proyecto, que financia íntegramente la UE. Su coordinador también señala que fue importante el hecho de que combinase zonas nuevas y antiguas, la variación de consumos de invierno a verano y que contase con un callejero actualizado.