Una vez dotada la parroquia de Santa María de Oia de saneamiento y abastecimiento de agua, el comienzo de las obras de rehabilitación del monasterio parecía inminente. Pero la burocracia vuelve a frenar el proyecto en que todo el municipio tiene puestas sus esperanzas de futuro. El obstáculo ahora es la unidad de actuación del conjunto, el proyecto urbanístico que ordenará el recinto y que ha de incluirse en del Plan Xeral de Ordenación Municipal, todavía en una fase muy inicial de tramitación. Juan Martínez, presidente de la sociedad Residencial Monasterio de Oia, promotora del proyecto de recuperación y del complejo hostelero, confía en que el pleno de la Corporación apruebe próximamente la citada ordenación, pero el gobierno municipal oiense advierte de que la empresa "debe aclarar cuestiones como el acceso por A Riña".

Según explica el alcalde, Alejandro Rodríguez, la sociedad presentó el proyecto urbanístico la semana pasada con una entrada más ancha de lo acordado por la parcela donde se encuentra el almacén municipal, cedida por el Ayuntamiento a cambio de otra superficie junto al recinto monacal.

De todos modos, la aclaración de esta cuestión no hará que la aprobación de la unidad de actuación para poner en marcha la rehabilitación del cenobio sea automática. El regidor recuerda que "debe remitirse todavía a Xunta y Diputación para que emitan sus informes sectoriales antes de aprobarla". Así, calcula Rodríguez, "habrá que esperar al menos hasta el año que viene para ver a los operarios trabajando" en la abadía cisterciense.

Y mientras los trámites demoran la rehabilitación y contribuyen al deterioro del conjunto, la Asociación Cultural de Amigos do Mosteiro de Oia (Acamo) muestra el monumento arquitectónico a cientos de personas divididas por grupos en las visitas guiadas que comenzaron ayer y terminan hoy.