La parroquia de San Salvador de Albeos, en Crecente, está siendo visitada por miles de peregrinos este 2012 con motivo del Año Jubilar del mártir San Pelayo (San Paio) ya que se cumplen 1.100 años de su nacimiento. En estos días, autobuses y coches particulares de visitantes llegan a esta parroquia crecentense para conocer la tierra natal de San Paio y besar su reliquia; un pedacito de un hueso de su antebrazo.

Especial interés entre los peregrinos causan las ruinas del monasterio de Albeos, una arquitectura románica del siglo X que fue construida por orden de Hermogio, obispo de Tui, y tío del mártir crecentense. Aún hoy están consideradas por los expertos como unas de las ruinas del románico más valiosas de España.

En la actualidad, de este monasterio, abandonado en el siglo XV, solo quedan ruinas entre zarzas. Desde hace varios siglos, pertenece a manos privadas y sus propietarios actuales, residentes en Valencia, lo han puesto a la venta en un portal de internet por 300.000 euros.

Por su parte, el Concello de Crecente carece de competencias sobre él y ha puesto en conocimiento de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta el estado de abandono en que se encuentra esta construcción en el barrio de Mosteiro para solicitar a la Administración autonómica que exija al dueño su limpieza y conservación.

"Es vergonzoso la situación en la que está, lleno de zarzas. Es una aberración" considera el alcalde de Crecente, Julio César García-Luengo Pérez, quien reconoce que "es increíble la cantidad de gente que nos está visitando con motivo del Año Jubilar de San Paio". El alcalde entiende que es necesaria su protección y recuerda que en el pasado los lugareños se llevaron sillares del monasterio a sus casas. Como cuadras y cobertizos son utilizados incluso ahora los vestigios de esta arquitectura del románico de la diócesis tudense.

Además, los lugareños aseguran que en el interior del monasterio existen piezas con decoración geotérmica, zoomórfica y vegetal, ahora inaccesible por el peligro de derrumbe de sus muros.

Al alcalde crecentense le parece "exagerada" la cantidad de 50 millones de las antiguas pesetas que solicita el propietario para su venta, teniendo en cuenta que es "muy pequeñito y está encajonado entre casas", valora García-Luengo Pérez. En este sentido, descarta que cualquier Administración pueda comprarlo para asumir su protección.