El monte comunal de la parroquia baionesa de Baíña registró el pasado fin de semana su segundo robo de árboles recién plantados en solo tres meses. Tras la desaparición de 110 especies autóctonas –castaños y carballos– el pasado marzo, la comunidad de montes de la zona lamenta la pérdida de otros 310 robles, valorados en unos 6.000 euros, según los cálculos iniciales.

El robo se produjo en la madrugada del sábado. Varios técnicos de la empresa de ingeniería forestal que trabaja con la comunidad de montes habían terminado de plantarlos a las seis de la tarde del viernes en una superficie de unas seis hectáreas, ubicada junto a la pista que une Chan da Lagoa con San Cosme. A la mañana siguiente, en torno a las doce del mediodía, un grupo de miembros de la sociedad de montes acudió a la zona para visitar los robles recién colocados y se encontraron con que habían desaparecido.

La presidenta de la comunidad de montes de Baíña, Bárbara Pereira Meneses, interpuso ayer una denuncia en el puesto principal de la Guardia Civil de Baiona, cuyos agentes investigan las circunstancias de lo ocurrido, que podría tener relación con el robo del pasado mes de marzo.

En aquella ocasión, los ladrones se llevaron 110 plantas, 60 castaños y 50 robles, que habían sido plantados en un espacio de unas dos hectáreas en el acceso al lugar de Valdofeito. Un comunero de la zona descubrió también lo ocurrido al pasear por el lugar, donde comprobó que los autores de los hechos habían arrancado los protectores plásticos que resguardaban las plantas del ganado y los habían dejado esparcidos por el terreno.