En honor a las tres diosas nórdicas del destino, las "nornas" que tejen los tapices del porvenir bajo el árbol del mundo, las hermanas Alba y Eva Gil y su amiga Lorena Penas, tres jóvenes viguesas asociadas en una cooperativa, abrirán en las próximas semanas el Nornas Hostel en Gondomar. Y con la ayuda de las divinidades escandinavas, esperan introducir con éxito en el Val Miñor este nuevo concepto de hostelería dirigido principalmente a "viajeros de mochila de todo el mundo", pero también a grupos de personas que busquen reunirse en un ambiente familiar por un módico precio.

Se trata de un "bed & breakfast", un alojamiento que ofrece cama y desayuno, tal como se traduce del inglés, muy común en Europa, América e incluso en ciudades españolas, pero con escasa presencia en Galicia. De hecho, aseguran sus promotoras, solo existe uno en Santiago y el de Gondomar será el primero de la provincia. El entorno cuenta con otro albergue similar en Mougás, el de Aguncheiro, aunque aloja principalmente peregrinos del Camino Portugués da Costa

La implantación de este tipo de establecimientos parece una apuesta de futuro. En una comarca en la que impera el llamado turismo de calidad con hoteles tradicionales al alcance de no todos los bolsillos, "tiene cabida este tipo de oferta que contribuirá a ampliar el espectro del perfil de visitantes", explican las jóvenes que viven su primera experiencia como emprendedoras tras dejar atrás profesiones como las de educadora social, profesora de Infantil o enfermera.

24 camas en 8 habitaciones

El negocio ocupa la conocida Casa Quintáns, ubicada en el barrio de la iglesia de San Benito, un edificio con más de dos siglos de antigüedad, donde se encuentran las ocho habitaciones. Cuatro de ellas para compartir –dos con seis camas y otras dos con tres a 15 euros por persona y noche– y otras cuatro para disfrutar de una estancia más íntima por un precio de 40 euros por jornada. Los huéspedes pueden hacer uso de la cocina, lavandería, comedor, salas comunes y el jardín, que se alquilará también para celebraciones.

En el exterior, habrá un huerto ecológico, del que las hosteleras recolectarán alimentos para los desayunos, que se completarán con productos de comercio justo. "Queremos promover el consumo responsable", explican.

La casa, que también se podrá alquilar al completo, no solo estará abierta a los huéspedes, sino también a los vecinos de Gondomar como espacio cultural. Para ello, las promotoras del negocio organizan charlas y talleres y animan a los colectivos de la zona a hacer uso de las instalaciones.