En plena Semana Santa, la veintiuna edición de la "Feira do Requeixo e do Mel das Neves" volvió a ser un atractivo vacacional para vecinos de la comarca y visitantes este Viernes Santo. La lluvia no hizo cambiar los planes de los cientos de adeptos del requesón nevense. La previsión de la Sociedad Cooperativa Agraria Condado-Paradanta era repartir 5.000 raciones y se quedó corta, llegaron a las 5.300. Además, muchos se llevaron este queso singular a casa. La previsión era despachar mil kilos envasados y se superaron los mil doscientos.

En esta edición se introdujo como acompañante opcional mermelada artesanal, sin embargo no pudo competir con la miel, que, según el presidente de la cooperativa nevense, Alejandro Martínez "miel y requeixo son el matrimonio perfecto, los demás son compañeros de viaje, pero no pueden competir".

Bajo dos carpas repletas de puestos de venta resultaba difícil caminar ante semejante aluvión de gente. Se superaron las expectativas, tanto de venta como de visitantes. La lluvia fina que comenzó a caer a mediodía no mermó la fiesta que continuó por la tarde con actividades infantiles y degustación del requesón con vino tinto de Rubiós.

La novedad la encontramos en una de las materias primas. El requesón de As Neves se elabora ahora con leche ecológica procedente de una explotación láctea de Allariz. Por eso, aunque su precio subió a 1,30 euros, nadie se resistió a probarlo.

Algunos optaron, sin embargo, por saborear otras variedades del requesón, como el grupo del nevense Pedro Luis Martínez, residente en O Carballiño, donde se decantaron por la cuajada de requesón y la tarta de requesón con café.

Aún así, algún nevense melancólico no pudo evitar recordar el requesón de antaño, originario de la parroquia de Cerdeira: "aquello sí que era sabor, se hacía con leche de cabra y se envolvía en hojas de higuera".

La feria incluyó una gran variedad gastronómica, en ella además de requesón se pudo probar desde embutidos de Beariz, hasta oreja, empanada, callos, filloas y vinos de tres bodegas de D.O. Rías Baixas. Por eso, muchos hicieron boca con el requesón y acabaron comiendo en algún puesto. Mientras que otros, dejaron hueco para tomar lamprea en alguno de los restaurantes nevenses.

Entre los asistentes se dejaron ver alcaldes y concejales de Mos, Arbo, Salvaterra o Ponteareas.