Superada la barrera de los cinco millones de parados en España, y a vueltas con el debate sobre si la reforma laboral del Gobierno creará o no empleo, Nigrán se abre paso en la búsqueda de nuevas oportunidades laborales en un campo muy alejado de los sectores productivos tradicionales: el medio ambiente. Espazo Ensina, una pequeña empresa del municipio que se dedica a la formación en idiomas, desarrolla un proyecto europeo con el objetivo de crear una nueva profesión de futuro: gestor de espacios naturales protegidos, una titulación técnica en el nivel de la antigua FP. Lo hace en colaboración con otra compañía leonesa, Irma S.L., y firmas de países como Estonia, Bulgaria, Islandia y Rumanía. Representantes de todas ellas presentaron ayer el proyecto en el Concello de Nigrán, acompañados por el alcalde, Alberto Valverde.

La iniciativa transnacional, denominada Eco-Nat, se enmarca en el programa Leonardo Da Vinci de la UE y cuenta con una subvención europea de 300.000 euros. Tras realizar un largo trabajo de creación de programas curriculares y didácticos que conformarán las materias a impartir a los futuros gestores de espacios protegidos, las empresas asociadas se dedican ahora a adaptar las enseñanzas a la lengua y las características de cada país.

Nigrán será el primero en probar la viabilidad de esta futura profesión con un curso piloto, que se desarrollará el próximo año en la zona. La marisma de A Foz será el escenario de la experiencia, por su rica biodiversidad, que la incluye en la Rede Natura 2000. Precisamente las zonas incluidas en esta demarcación serían las áreas de acción del futuro oficio que el proyecto Eco-Nat pretende ofrecer a la futura sociedad española. Así que, como explicaron ayer sus promotores, Galicia podrá lograr un importante número de puestos de trabajo en cuanto el Estado reconozca la titulación, puesto el 15% de su superficie está en la Rede Natura 2000.

Los profesionales que salgan de esta iniciativa podrán elaborar planes de protección de las aves de A Foz, por ejemplo, o diseñar proyectos de turismo sostenible para la zona. En otros lugares del territorio gallego, impulsarían explotaciones agrícolas, ganaderas o incluso pesqueras que convivirían en armonía con las áreas de interés medioambiental a proteger.