El "Corrido do galo" es uno de los atractivos del Serán dos Namorados que celebrará esta noche la parroquia mondarizana de Toutón por decimosexto año consecutivo.

Después de una comida popular a la una de la tarde, a base de 100 kilos de chorizos caseros, 700 kilos de costilla de cerdo, pan de maíz, postre, café y vino; los niños asistentes podrán correr detrás de una decena de gallos y pollos que los vecinos soltarán en las fincas ya conocidas como "As Corredoiras". Los más jóvenes tratarán de atrapar a las aves y quien las coja se las queda.

Esta es la versión actualizada de una tradición antiquísima. En el pasado el gallo acababa muerto, le tiraban naranjas y un vecino con los ojos vendados trataba de golpearlo con una "espadita" guiado por las instrucciones de los demás. "Incluso enterraban al gallo dejándole solo la cabeza fuera", explica Higino Alvariño, uno de los organizadores del Serán dos Namorados.

Hasta Toutón se espera que lleguen hoy cientos de personas. El año pasado los organizadores contabilizaron 5.000 asistentes. Desde distintos puntos de Galicia llegan amantes de la música más tradicional del rural gallego. Muchos llegan en autobuses y pasarán el fin de semana alojados en Mondariz; algunos en hoteles y otros incluso en "casas viejas o palleiros" habilitados por los lugareños para que se acomoden en sacos de dormir.

Los grupos que se valen incluso de aperos del campo para hacer música entonan canciones antiguas originarias de sus lugares de procedencia que han recuperado. En la última edición actuaron 64 grupos, y once tuvieron que irse sin poder tocar porque ya eran las siete y media de la mañana y el serán había empezado a las ocho de la tarde del día anterior; a la misma hora que comenzará hoy.

Nadie pasará hambre

Esta madrugada, sobre la una, también se repartirá comida entre los asistentes, tanto los grupos que tocan como quienes se acercan solo a ver el espectáculo, y más tarde chocolate caliente para todos. El tamaño que ha adquirido esta fiesta ha obligado a los organizadores, las Pandereteiras de Toutón, a delegar trabajo. "El chocolate antes lo hacíamos nosotros en porcelanas de 100 litros pero ahora ya nos lo trae una empresa", explica Higino Alvariño.