Ni de lejos podían imaginar hace años los vecinos de Baiona que el argazo que empleaban como abono en sus fincas podría esconder una oportunidad de negocio. Sin embargo, hoy que las algas se han hecho ya un hueco en la cocina o la cosmética, el potencial de este recurso ha unido al Concello y la cofradía de pescadores en la búsqueda de fórmulas para su explotación, en las que también quieren implicar al sector hostelero.

Hasta el momento, un estudio elaborado por la sociedad cooperativa gallega Trespés ha confirmado a la Concejalía de Pesca y Marisqueo la importancia de la biodiversidad del litoral baionés y, en concreto, el elevado valor de su vegetación marina.

Para profundizar en el conocimiento de este recurso, el proyecto "Referente algal" contempla la creación de un centro interpretativo cuya finalidad será evaluar con más detenimiento los bancos de algas existentes y analizar sus posibilidades de comercialización.

Para Antonio Garrido, concejal de Pesca, el éxito de esta iniciativa "supondría un importante plus económico, no solo para Baiona sino también para toda la comarca", siguiendo el ejemplo de otras regiones europeas como la Bretaña francesa, donde las algas "se están convirtiendo en un elemento turístico de gran importancia", apuntó.

Además del centro de interpretación, el plan municipal, que contará con el apoyo del Grupo de Acción Costeira, se marca como objetivo principal divulgar a través de material pedagógico, charlas y encuentros el interés nutricional y dietético de las algas, así como sus aplicaciones, sus métodos de recolección y las distintas formas de prepararlas, para así favorecer el desarrollo de iniciativas de negocio en torno al recurso.