Los vecinos del municipio de Covelo llaman la atención sobre la búsqueda de una solución al ganado suelto en las carreteras de la localidad, tras el accidente del pasado sábado en el que un joven de 21 años resultó herido grave.

Luis Oliveira, presidente de la Asociación de Vecinos de A Lamosa, volvió a insistir ayer en la necesidad de tomar medidas ante la proliferación de vacas y caballos en libertad, que siguen produciendo numerosos accidentes, algunos con consecuencias fatales.

En el caso del sábado, un joven de 21 años, natural de Salvaterra de Miño y vecino de Covelo, se encuentra en estado grave después de atropellar a una vaca precisamente a la altura de la localidad de A Lamosa. El conductor, que evoluciona favorablemente en un hospital vigués, se encontró a las 22.30 horas de la noche con la res inmediatamente después de cruzar el núcleo vecinal en la N-120. Según explicó una de las personas que llegó al lugar del suceso poco después, el impacto fue tan tremendo que los cuernos del animal quedaron empotrados en los hierros del vehículo totalmente destrozado.

El joven sufre una fisura craneal, la ruptura de la mandíbula y una perforación cerca de la traquea, que se cree pudo ser causada por uno de los cuernos de la vaca.

Apunta esta persona que el suceso pudo tener unas consecuencias más dramáticas, ya que esta carretera es poco transitada en esa zona a esa hora de la noche.

El primero de los conductores, que llegó a los pocos minutos y atendió al herido, afirmó ayer a FARO DE VIGO que el siguiente coche pasó treinta minutos después. "Cuando nos acercamos a él pensamos que estaba muerto", explicó este conductor, "aunque al poco rato reaccionó comenzó a moverse y incluso habló con nosotros; poco después llegaron ya las ambulancias, una con un médico y fue trasladado".

Esta persona considera que las autoridades deben tomar medidas contra el ganado suelto en las carreteras "porque no se trata de que los propietarios tengan seguro para accidentes, se trata de vidas humanas que no pueden pagarse con dinero". Este pensamiento es generalizado en Covelo, donde los vecinos mostraron ayer su estupor ante la tremenda noticia.

Durante los últimos meses son numerosos los atropellos de reses, tanto caballos como vacas en esta zona. Un día antes del fatal accidente un potro fue arrollado en una carretera autonómica cerca de Maceira quedando partidas dos de sus piernas.