La gran obra de recuperación del entorno de la fortaleza de San Lourenzo y de la playa fluvial de Goián (Tomiño), donde el Ministerio de Cultura invierte 1.474.410 euros, finalizará en el próximo mes de octubre, integrada en la ribera del Miño, dejando al descubierto los vetustos muros de la fortificación y utilizando las oquedades de varias canteras existentes para crear lugares de sombra. "Convertimos un problema en una virtud", acostumbra a decir la alcaldesa de Tomiño, Sandra González.

El arquitecto autor del proyecto, Pablo Gallego Picard; el jefe de obra Ernesto Calvo; el asistente técnico de coordinación, sanidad y salud Carlos Prieto y el concejal y diputado provincial del BNG Uxío Benitez, actuaron de guías en el recorrido por los distintos espacios de la gran actuación que abarca una amplia zona de la ribera, partiendo, de forma escalonada, de las murallas de la fortaleza de San Lourenzo hasta un sendero que separa este espacio lúdico de la playa y orilla del río Miño.

"La filosofía es adaptarnos a la topografía del terreno donde existían unas tres canteras. Se aprovecharon para crear zonas de sombra, dado que Patrimonio obliga a no plantar árboles para dejar a la vista los muros de la fortaleza", precisa Pablo Gallego.

Uxío Benítez está implicado en la obra desde el principio en que fue necesaria una larga gestión para contar con todos los informes favorables que permitieron la ejecución. "Siempre ha prevalecido la idea de un espacio único en un conjunto donde se pone en valor la fortaleza, la playa fluvial, el río Miño y, en la ribera de enfrente, el parque de Vila Nova de Cerveira (Portugal) La idea es convertir todo esto en un parque", explica. Recuerda que antes de comenzar la obra existían barreras visuales que lo impedían, ocultaban a la vista todo el patrimonio y no se aprovechaba este entorno. Se han construido terrazas en distintos niveles, partiendo de las murallas de la construcción defensiva. Estarán cubiertas de césped, con bancos corridos de cara al Miño. Estas plataformas tienen su continuidad en otras con graderío que conforman el auditorio al aire libre. Contará con parque infantil y emparrado cerca de la playa. En octubre ya estará instalado el mobiliario, aunque la época no permite la plantación del césped. En la actualidad se procede a los últimos trabajos de albañilería y al desbroce del entorno de los muros de la fortaleza. Se ha conservado y cuidado el árbol llamado "estriperio da Dona", que en realidad es un espino blanco o "Crataegus Monogynia", muy valorado por el vecindario por su antigüedad centenaria.

Se sacará a concurso el servicio de cafetería, después de disponer de la correspondiente autorización. Este ingreso costeará parte del mantenimiento de esta zona.