Mientras que para muchos el 25 de julio se traduce en visita inexcusable a Santiago de Compostela, para otros la festividad del Apóstol va pareja a la degustación de churrasco en la Carballeira do Campo da Feira de Covelo.

Este municipio de cerca de 3.500 habitantes volvió a presumir ayer de sus carnes. En enormes parrillas se brasearon alrededor de 1.300 kilos de churrasco; 800 kilos de cerdo y 470 de ternera, además de 160 kilos de criollos, que comenzaron a servirse a partir de las cinco y media de la tarde para evitar las largas colas que se formaban en ediciones anteriores cuando la fiesta empezaba más tarde.

Según aseguró el carnicero y cocinero de la fiesta, Floreano Pérez, "es churrasco de vacas de la zona, incluso del Suído". El artífice del plato volvió a resistirse un año más a desvelar los ingredientes que componen su salsa y que se ofrece a quienes quieran darle "un toque más fuerte" a la carne.

Para tener listo el churrasco a media tarde, Floreano y sus colaboradores comenzaron a encender las brasas a las doce de la mañana. Fueron necesarios varios tractores de leña traídos de la parroquia de San Pedro de Campo.

Un año más, el Concello de Covelo mantuvo el precio, cinco euros, una cantidad que lleva inamovible desde hace varias ediciones. Muchos de los asistentes son asiduos a esta cita gastronómica y ya son conocedores de la abundancia de los platos. Sin embargo, quienes se estrenaban ayer se sorprendían de la cantidad de comida por ese módico precio.

Entre los asistentes hubo muchos vecinos de la zona pero también turistas, entre ellos el alemán Ramiro Quirós que acudió con su familia. "Está muy muy bueno", aseguró.

La ración incluía churrasco porcino y bovino, chorizo criollo, pimiento de Arnoia, pan y vino de la zona extraído in situ del barril. Además, como ya es tradición, del plato de cerámica conmemorativo.

Para los aficionados al dulce, en el recinto se vendieron también postres caseros y rosquillas.