Cinco cerdos celtas criados en A Cañiza bastaron para seducir el paladar de los japoneses. Salieron de la explotación semindustrial de cuatro hectáreas que Avelino Da Cruz tiene en la parroquia de Randufe y encandilaron al mercado nipón. Ahora los encargos a la Asociación de Criadores de Ganado Porcino Celta (Asoporcel) han continuado. "Ya se envían pedidos de 500 kilos de productos", explica Avelino Da Cruz.

El mercado japonés no solo se interesa por los jamones sino también por el secreto, la pluma y otras partes de este animal autóctono gallego que estuvo a punto de desaparecer. "Yo le vendo a Asoporcel, ellos son quienes lo comercializan y coincidió que ese encargo para Japón me lo hicieron a mí", dice Avelino Da Cruz. Fue precisamente la situación geográfica de esta explotación cañicense lo que motivó que fuese la elegida para salir al mercado asiático. "Al estar cerca del matadero de Porriño, donde se sacrifican, eligieron mis cerdos porque ya estaban listos", comenta Da Cruz.

Este emprendedor cañicense lleva desde 2003 con esta iniciativa y en la actualidad cuenta con 45 animales en su explotación. "No podemos extendernos por falta de tierras. La comunidad de montes nos presta el terreno lindante para pastoreo pero no podemos justificar que contamos con esas hectáreas por eso sería bueno que la administración cediese o alquilase tierras", apunta Da Cruz.

Una de las ventajas de estos animales es que se alimentan al aire libre, de lo que comen por el monte, pero, en cambio, tardan el doble en criarse y ser aptos para su venta. "Como tardan más en salir que los otros pues el coste también es mayor porque tienes que criarlos durante más tiempo", indica Avelino Da Cruz, quien complementa la alimentación de sus cerdos celtas con harina y cereales.

La provincia de Lugo es la que alberga el mayor número de explotaciones de Galicia. "En la provincia de Pontevedra también hay en Nigrán y en Goián, pero la mayoría son pequeñas, para autoconsumo", afirma este criador de A Cañiza.

La raza celta es codiciada por el elevado tejido graso intramuscular que posee, sin embargo, es difícil encontrar estos productos en los supermercados. "En otras zonas de Galicia se vende en lugares específicos con el sello para evitar fraude, pero su sabor es más fuerte y por aquí aún no se ha extendido", concluye Da Cruz.