El claustro de la catedral de Tui apenas perdió el tesoro de su silencio durante el desarrollo del primer Salón de Viticultores Artesanales de España y Portugal que tuvo lugar en el día de ayer con una nutrida concurrencia de profesionales y también de público entendido en la materia. Pocas palabras a la hora de escanciar perfectamente el vino en las copas, para las degustaciones.

"En el momento en que lo prueban, ya lo valoran", afirma José Luis Mateo, de Monterrei, que concurrió con once vinos distintos, blancos y tintos, con más de cuatro variedades gallegas. Con 23 años de experiencia, en parte heredada de la tradición familiar, consideró "fantástica la brillante idea del encuentro, porque hace falta que consigamos transmitir a la gente el entusiasmo por el trabajo que hacemos". Rubén Murciego López, de Valdeorras, elabora vinos de godello y mencía "desde la plantación hasta la elaboración". Rafael Martín Peral, también de Valdeorras y con idénticas variedades aprecia que "se den a conocer nuestro vinos y que la gente los pruebe en este marco incomparable". Javier Monsalve, viticultor de Arnoia, es productor artesanal de vino blanco Ribeiro. Ha recuperado el viñedo familiar "para hacer algo diferente, con mucha calidad. La gente pide vino con expresión y diferenciado. En este salón acercamos al público los grandes vinos, los de alto valor".

La Asociación Galega de Sumilleres (Agasu) y Marina García, de una reconocida vinoteca de Tui, son los organizadores de esta iniciativa que incluyó una ponencia de Álvaro Castro, viticultor del Dao (Portugal) sobre su propia trayectoria como viticultor artesanal.