Todavía muy asustada, aunque en perfectas condiciones de salud, la afectada prefirió no profundizar ayer sobre lo ocurrido en su casa de madrugada.

Después del shock que le causó el asalto y el hecho de permanecer amordazada y maniatada entre las cinco y media y las ocho de la mañana, acudió a prestar declaración ante la Guardia Civil durante varias horas, así que declinó revivir de nuevo el desagradable episodio. "Sufrí un ataque de ansiedad cuando pasó todo, pero ahora me encuentro bien", explicaba junto al portal de la vivienda ya por la tarde. Incluso se mostraba relativamente aliviada al no haber padecido agresiones más graves.