Ganar las elecciones y subir en porcentaje y votos, lo que dio al Partido Popular un concejal más en Salvaterra, villa de 10.000 habitantes, fue para su alcalde Arturo Grandal Vaqueiro una "dosis de adrenalina". Sin embargo afirma que no retira de su cabeza la preocupación por "muchas familias que pasan un momento delicado por la crisis".

–¿Cómo se siente tras haber ganado las elecciones con esa ventaja?

–Naturalmente bien, no por el hecho en si de haber ganado y aumentar un concejal, sino porque hemos subido porque los vecinos supieron ver el trabajo que hicimos y eso es más importante de lo que se cree, sobre todo porque Salvaterra tenía mil electores más que en 2007.

– ¿Cuál es su análisis?

–El PP arrasó al conseguir la mayoría de los votos y aumentar un concejal, el PSOE bajó sobre 400 votos y el BNG subió escasamente 90 votos, cuando contaba subir 700. Si el BNG subiera 90 votos cada cuatro años tardaría ochenta años en alcanzar la mayoría para gobernar el Concello en solitario y cuarenta años para gobernar en coalición sumando los votos del PSOE.

– ¿Cree usted que le votaron los nuevos vecinos?

–Un gran porcentaje de los mil nuevos votantes, la mayoría sí. Eso quiere decir que están satisfechos con lo que aquí han visto, el trabajo, la seriedad de este ayuntamiento, las obras, las zonas verdes, el parque de A Canuda, el paseo fluvial, nuestro compromiso con el medio ambiente. Son cosas que no tenían en los concellos donde residían.

–¿Y a pesar de que la Plisan va lenta?

–Yo estoy seguro que si los vecinos vieran las primeras empresas en el puerto seco prácticamente sacaríamos todos los concejales pero, a veces, los proyectos van lentos y especialmente estos, que por su gran envergadura y atrancos cuesta ponerlos en marcha. Pero hay una cosa cierta, los vecinos ven futuro en Salvaterra y el puerto seco lo hemos conseguido poner en marcha, se va a urbanizar y pronto vendrán empresas. Las personas comparan y esto es algo en lo que pocos creían pero que será una realidad.

– Pero, según la oposición, la economía de su ayuntamiento no está muy boyante.

– Todos los concellos, el Gobierno central y las autonomías están pasando por duros momentos económicos por la escasez de ingresos debido a la crisis existente. Este Concello tiene 3.200.000 euros de préstamos pero estamos al corriente de sus pagos y la liquidación del año 2010 ascendió alrededor de 2 millones de euros su remanente negativa. Estas cantidades son similares o algo superiores a los de otros concellos de nuestra categoría, pero aquí se realizaron obras y servicios importantes para que los vecinos tengan buena calidad de vida y en otros concellos no se hizo tanto. Con el puerto seco Salvaterra ingresará bastantes millones de euros debido a la cesión de hasta el 10 por ciento de los terrenos y licencias e impuestos, lo que permitirá regularizar la situación. En todo caso, somos conscientes que desde el Concello debemos reducir gastos como tendrán que hacer todos los organismos oficiales.

–¿Hay alguna promesa que no pudo cumplir?

–Quería que el río Miño fuera navegable hasta Salvaterra. Creo que nunca hice esa promesa pero hablé de ello. No es una utopía pero posiblemente no se cumplirá al menos en cincuenta años.

–Confiese un sueño o una ilusión de futuro.

–Mi sueño es que Salvaterra sea el municipio con más calidad de vida donde los vecinos tengan un puesto de trabajo, especialmente los jóvenes por el gran paro que existe en España.

–¿Quién será el Gobernador de la ínsula del Miño que compró el Concello?

– Leí a Cervantes pero no soy ningún Quijote. La isla del Miño no necesita más Gobernador que el alcalde pero estoy seguro que se convertirá en una de las aulas de la naturaleza más impresionantes de la euroregión Galicia-Norte de Portugal, donde se pueda observar la fauna y la flora del río.

–Eso de captar turistas de los cruceros de Vigo para ir a Salvaterra, ¿no le parece complicado?

– Salvaterra, Tui, Valença y Monçao, con el palacio de Verjoeira, tiene lugares que envidiaría cualquier región del mundo. Solo está en saber hacerlo bien y en eso vamos a trabajar.