El proyecto de marca registrada y etiqueta con garantía de procedencia "RM Río Miño" con el que ya se han comercializado lampreas en la pasada temporada, se expondrá hoy en una de las ponencias de las Jornadas de trabajo de marisqueo a pie, organizadas por la Consellería do Mar, en el hotel Congreso de Santiago de Compostela, para poner en valor la comercialización de productos pesqueros. El promotor del proyecto y pescador, Benito Guerreiro, de A Guarda aportará la información sobre esta iniciativa que, en el caso de desarrollarse plenamente, puede transformar completamente el proceso de comercialización de los productos del Miño, creando puestos de trabajo.

Benito Guerreiro está satisfecho con los primeros pasos que se han dado en los que han participado tres o cuatro pescadores. Para la próxima temporada ya están interesados más en incorporarse. El problema, reconoce "es saber si podremos dar asistencia a todos ellos", refiriéndose a seguir la labor en cadena que requiere el proceso y que exige la colaboración máxima de todos sus actores, desde el pescador que captura las piezas, hasta quien las traslada etiquetadas hasta un vivero donde se le coloca el distintivo en la aleta, para finalizar con el restaurador que quiera mostrar a su clientela, a través de un móvil conectado a Internet, la procedencia y demás datos sobre la lamprea que va a degustar. Guerreiro es optimista. "Vamos a hacer las cosas bien y estoy seguro de que el beneficio vendrá detrás".

También es realista al reconocer que el desarrollo del proyecto no será posible sin unas instalaciones adecuadas, con un vivero y una lonja donde realizar las actividades previas a la comercialización. Tiene claras las necesidades y el sistema de trabajo a aplicar a mayor escala, lo que conllevaría la creación de puestos de trabajo destinados al mantenimiento del vivero y para la distribución de mercancía.

Hay empresarios que han mostrado su interés en invertir, pero la rentabilidad no sería inmediata "esto es para románticos", define el pescador y promotor que confía plenamente en esta innovación y asegura que "si me toca el Euromillón, me lo gastaría todo en este proyecto para rentabilizar el río Miño, con respeto a su riqueza ambiental y ecológica".

De acuerdo con su filosofía de trabajo, está totalmente en contra de la captura masiva de lampreas para venderlas casi regaladas. Por el contrario, es partidario de regular la pesca y, a su vez, la comercialización, estabilizando los precios de esta especie que ha llegado a venderse hasta a 10 o 12 euros ejemplar, en días de mucha abundancia, cuando no se dispone de viveros en los que depositarlas durante un tiempo prudencial.