Los vecinos de Padróns siguen sin entrar en la iglesia en protesta por la desaparición de las joyas de las imágenes del pueblo. Ayer acudió el sacerdote y tocó las campanas para anunciar el inicio de los oficios a las 11.00 de la mañana, pero los pocos feligreses que estaban en el torreiro en ese momento, no entraron.

Media hora después el cura, que acudió acompañado del Vicario General de la Diocesis como testigo de los hechos, decidió marcharse, y los vecinos siguieron a las 12.00 horas la misa a través de un televisor instalado en el atrio, como ya hicieron el día de Navidad. La desaparición de las joyas de las imágenes, denunciadas por la iglesia un mes después de que se hubiese producido, justifica la decisión vecinal de pedir la destitución del párroco, mientras el Obispado mantiene su confianza en éste y advierte que no existen razones para su destitución.

Según explicó Diego Troncoso, presidente de la asociación de vecinos, a la misa por televisión asistieron en torno a 150 personas, que posteriormente compartieron un chocolate al final de los oficios televisados y el ritual de besar el niño Xesús, propiedad de un vecino.

Hoy, indican, la misa televisada será a las 11.00 de la mañana, si no aparece un párroco distinto.

Los vecinos decidieron seguir con el ritual de misa televisada, hasta que se cambie al párroco actual, al creer que es cómplice con el anterior de la mala custodia y desaparición de las joyas. "En Padrons los feligreses quieren y desean tener misa y normalidad y la comisión de fiestas de la Virgen de la Salud y el Divino Espiritu Santo trabaja para que esta parroquia retome las fiestas", indicó Diego Troncoso.