El profesor artesano Antón Corral Martínez, de 74 años de edad, vive los años dorados de su jubilación con la satisfacción de que el oficio, con su propio estilo tiene sucesor. Su nieto Ramón Corral, que se formó en la Escola de Artes e Oficios de Vigo, fundada en 1972, se ha hecho cargo del taller instalado en el bajo de la casa unifamiliar de San Bartolomé, en Tui. El joven además es percusionista y ha actuado recientemente con Pedro Álvarez, ganando un concurso en Bandeira, además de otro en Ponteareas, con el cuarteto "Redea solta".

Los instrumentos que salen del taller, que funciona al estilo "Antón Corral", tienen como característica "que el punteiro afina perfectamente gracias el minucioso trabajo. Utilizo torno y jubias de mano", cuenta Ramón. Así, la gaita "se reconoce por su timbre elegante, redondo y con la potencia justa. Por eso gusta", precisa el abuelo Corral.

Hasta su puerta llegan ex alumnos que son hoy figuras de éxito mundial en la música, como Carlos Núñez que "tiene su propia estética en el escenario, vestido de blanco y con la gaita en color negro". Sin embargo, Xosé Manuel Budiño invierte los colores: la gaita es blanca, de lino, y él se viste de negro. Abuelo y nieto, entre los que se advierte una clara complicidad, cuentan que en el taller ambos investigan de forma permanente "luchamos para mejorar el sonido y la estética", afirman, señalando un medidor de humedad en el salón de pruebas. Por eso surgen las 14 tonalidades que tienen las gaitas de ahora, "con una escala cromática de Fa grave a Fa agudo", describen, sobre piezas que utilizan los músicos profesionales, aunque muchos piden "la tonalidad de La".

Las piezas son de boj, que es la única madera gallega utilizable; y de granadillo de Sudáfrica, que se ennegrerce con el paso del tiempo y que es la mejor por su densidad, sonoridad y que apenas se deforma por la influencia del clima húmedo o cálido. Hay roncos muy trabajados, de estilo barroco, con incrustaciones de plata y marfil, auténticas piezas de colección. Cada una lleva manuscrita su característica y posible defecto. El "vestido" de la gaita es la parte que compete a Esperanza, madre de Ramón, que utiliza la tela que pide el cliente, desde lino, a brocado o terciopelo.