Bajo un sol abrasador y entre viñas, once arqueólogos del Instituto de Estudios Miñoranos de Gondomar se ocupan de la excavación de un yacimiento de herramientas paleolíticas, en Arbo. Los hallazgos proceden del Paleolítico Inferior y tienen más de 200.000 años. Son los únicos de Galicia y de los pocos de la Península Ibérica en conservar la disposición inicial de los materiales.

Los utensilios son piedras talladas: lascas (trozos pequeños y delgados desprendidos de rocas) y bifaces (útiles líticos labrados por las dos caras) del achelense, industria lítica del período. El yacimiento es contemporáneo al de Gran Dolina, en la sierra burgalesa de Atapuerca.

El arqueólogo Eduardo Méndez, miembro de este proyecto, señala que esta “non será nin a primeira nin a última campaña de excavación, pensamos seguir nos próximos anos neste xacemento para obter maior coñecemento do sitio“. Por otro lado, Eduardo destaca la envergadura del estudio, puesto que está amparado técnicamente por la Vicerreitoría da Extensión Universitaria de Vigo, tutelada científicamente por el doctor Manuel Santonja, coordinador del equipo de arqueología espacial y económica del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana de Burgos (CENIEH), que atiende la excavación de Atapuerca.

Asimismo, Eduardo lamenta que el Paleolítico haya sido desatendido, dado que se pensaba que “os xacementos non achegaban información relevante, e iso é radicalmente falso”.

Un propietario diligente

Xilberte Manso, también arqueólogo de este hallazgo, lamenta el calor “hai momentos moi duros, sobre todo ao mediodía, pero paga a pena porque estamos nun xacemento que consideramos importante para o mundo paleolítico en Galicia”.

Eduardo Méndez aplaude la actitud del dueño de la parcela del hallazgo, Ángel Vázquez, por su colaboración con la investigación arqueológica, y sostiene que es una persona “en perigo de extinción “, ya que los propietarios no siempre facilitan las labores.