Falta de credibilidad, engaño y saldo negativo en gestión. Es el resumen que Antonio Araúxo, el ex regidor del BNG Gondomar, realiza un año después de que el gobierno del tripartito (PP-ex ediles del PSOE-Move Gondomar) lo echase de la Alcaldía. Ahora considera que el mandato está agotado y que la meta más importante es apartar al municipio de la actualidad nacional después de varios escándalos de corrupción urbanística.

-Le toca hacer balance.

-Hicieron una moción de censura para echar a un gobierno que supuestamente no gobernaba. A día de hoy, la idea de la inmensa mayoría de los gondomareños es que hay desgobierno, que el alcalde es una figura decorativa que mangonean los tránsfugas [ex ediles del PSOE] para defender intereses particulares relacionados con el urbanismo. El tripartito perdió la credibilidad a lo largo de este año: ni ha gestionado ni tiene proyectos. Y además han engañado a los votantes que apostaron por el PSOE con un programa contra la corrupción del PP.

-Explíquese.

-No hay gestión. Sólo han continuado los asuntos que el BNG dejó preparados y, a veces, ni eso. Acabaron el Plan E de 2009 que ya estaba en marcha, se atribuyen el ingreso de 800.000 euros de la permuta del polígono 10 que denunciaron Bloque y PSOE. Y no hablemos del Plan E de este año que, a no ser que el Gobierno se muestre muy generoso, han perdido 1,5 millones de euros. Mientras todos los ayuntamientos de España están terminando las obras, en Gondomar no están ni contratadas. Además se echan en falta ideas propias que ilusionen a la ciudadanía. Nada. Hablan de invertir el dinero de la permuta en un centro de día, algo que había iniciado el BNG, al igual que la escuela de música de Vincios. Las únicas iniciativas que tienen les salen mal. Como ejemplo tenemos el plan de tráfico de Cabaleiro, que los empresarios han echado abajo. Y no hablemos del centro de salud que comenzamos a gestionar. Lleva un año de retraso y todavía no se sabe nada. Nos venden también que han asfaltado 42 caminos. Si creen que con eso han justificado la moción de censura, es que valoran muy poco a los ciudadanos de Gondomar.

-Pero el gobierno habla de la tramitación del Plan Xeral como su mayor logro.

-Sí. Un Plan Xeral contratado de forma irregular que veremos en qué acaba. Han vendido el avance como un gran paso cuando sólo era el documento de inicio. Y su exposición ofrecerá muchas sorpresas porque ese documento de inicio muestra similitudes con el plan de la corrupción de 2006 muy sospechosas, como la área industrial en Couso cuando ya tenemos una en Vincios o la creación de suelos urbanizables fuera del casco urbano.

-Ustedes perdieron la Alcaldía porque no llegaron a entenderse con el PSOE. En cambio el actual gobierno presume de funcionamiento pese a reunir tres grupos diferentes.

-No es así. Eso es un reino de Taifas, en el que cada uno atiende su área sin coordinación. Recordemos que en algún pleno ha habido contradicciones entre ellos sobre el voto.

-Los tres portavoces del equipo de gobierno hablan de que la crispación ha desparecido. ¿Usted qué cree?

-Nunca hubo crispación. Hay una indignación generalizada y un movimiento cívico que se sigue manifestando los primeros sábado de mes, algo que no ocurre en ninguno de los ayuntamientos en los que ha habido una moción de censura. Que no confunda el alcalde el respeto y la educación de la gente que toma café con él con la servidumbre. Los vecinos ven que sí han conseguido algo: degradar la democracia.

-¿A qué se refiere?

-Fijan los plenos a una hora imposible para los vecinos, los graban de forma ilegal, impiden el acceso a la oposición a expedientes, incluso a las propias dependencias municipales. Persiguen a los vecinos por protestar con pintadas, como ocurría en la época predemocrática. Es un gobierno más preocupado por silenciar a la gente que por gestionar.

-El BNG ha denunciado la corrupción urbanística y ahora Carlos Silva alega que sólo se le ha condenado por una licencia y que ha sido absuelto de falsedad documental. ¿Qué le parece?

-Al Capone entró en la cárcel por no declarar dos facturas después de matar a medio Chicago. Habrá que reflexionar por qué ahora ni Louzán, ni Rueda han salido a defender a Carlos Silva como hicieron al principio. Parece sospechoso ese silencio. En el sumario del proceso por cohecho de los ex ediles José Luis Mosquera y Alejandro Gómez ha quedado claro. Aquí todos tienen algo que ver.

-El futuro político del PP de Gondomar parece pendiente de la mesa del pacto antitransfuguismo.

-Otro escándalo. El PP tendrá que aclarar a sus votantes si son militantes, simpatizantes, mediopensionistas o qué son. Y también a la oposición. Todos tenemos derecho a conocer enfrente de quién nos sentamos.