Tenía una embarcación antigua, mandó construir una nueva para faenar y utilizó la misma documentación. El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores "A Anunciada" de Baiona, Fernando Leyenda Estévez, reconoció ayer haber cometido una "irregularidad" 24 horas después de que la Guardia Civil lo detuviese en el puerto por falsificación documental junto con otro miembro del cabildo, Manrique Leyenda Denis. Pese a admitir la infracción, el máximo responsable del pósito baionés denuncia una campaña de descrédito y acusa a la Consellería do Mar de "estar detrás" de la misma. Dicha persecución comenzó hace una semana con las denuncias de los guardapescas y los percebeiros, que acusan al pósito de obstaculizar el control del furtivismo y de acosar al coordinador de los vigilantes, Xosé Lourenzo, hasta el punto de rescindirle el contrato.

Pendiente de que el Juzgado de Instrucción Número 2 de Vigo lo requiera junto al otro arrestado para prestar declaración y acompañado de los miembros del cabildo, Leyenda compareció ayer para explicar los motivos de su detención. Aseguró que la lancha "vieja y destartalada" se encuentra abandonada en una finca en Santa Marta y que el uso del mismo folio para identificar a la nueva es una práctica habitual en todos los puertos. "Hay 3.500 embarcaciones en toda Galicia en proceso de regularización, pero nunca he visto que detuvieran a nadie ni lo aíslen durante horas en los calabozos" antes de declarar.

La Xunta se desvincula

El patrón considera desproprocionada la actuación policial y cree "curioso" que los medios de comunicación llegasen al puerto pesquero antes que los guardias civiles, por eso insiste en relacionar a la consellería con el asunto. No cree que su pasado como concejal socialista en la Corporación municipal baionesa tenga que ver con estas "presiones", pero incide en que la Consellería ejerce un "trato diferente" con la Cofradía de Baiona respecto a otras porque "no somos de nadie". "Nunca quisimos "politizar" el pósito, sino conseguir que "sea rentable", recalcó.

Pero el departamento de la Xunta rechazó las acusaciones y se desvinculó ayer de la investigación abierta hace dos meses por la Guardia Civil. Su única relación reciente con el patrón mayor de Baiona, recalcaron fuentes de la administración pesquera gallega, se produjo el pasado viernes, en una reunión convocada para obligarlo a modificar los contratos de los guardapescas, a los que sólo se les permite controlar el furtivismo entre los percebeiros, mientras que la explotación de las demás especies se desarrolla sin control.

El encuentro formaba parte de la comisión de seguimiento activada por la Consellería do Mar tras las denuncias de los guardapescas y los percebeiros respecto a las trabas que ponía la Cofradía a la vigilancia del furtivismo. Leyenda rechazó tales acusaciones. "Se dice que este es un puerto de piratas y este es un puerto como otro cualquiera. Nunca hemos tenido esta clase de problemas", manifestó.

"Aquí no se despide a nadie"

Los guardapescas habían sacado a la luz una cláusula irregular en sus contratos que les impedía vigilar otras especies explotadas por los marineros. El patrón mayor mostró ayer dichos contratos y aseguró que sus antecesores en el cargo ya los habían firmado con dicho apartado.

Respecto a la rescisión del contrato del jefe de los vigilantes, recordó que "aquí no se despide a nadie, se le acaba el contrato y se decide no renovárselo". Las razones, una infracción de tráfico en Nigrán que los vigilantes niegan y "otras actuaciones dudosas".

Leyenda cuenta con el respaldo del cabildo y con la mayor parte de la junta general de la Cofradía. Ese apoyo, asegura, le impide presentar su dimisión. "Los compañeros no me dejan irme", concluye.