Tradición, devoción y solemnidad marcaron el desarrollo de la procesión de San Telmo, declarada de Interese Turístico. Salió ayer noche desde la catedral de Tui para recorrer las calles más céntricas de la localidad fronteriza que vivió así el colofón de sus fiestas patronales, presenciado por miles de personas.

Numerosas personas ataviadas con el traje típico de Tui, aportaron elegancia y armonía. Como dijo Victoria Rodríguez "es un orgullo llevarlo". A hombros de miembros de distintos gremios salieron numerosas imágenes. "La devoción a Santa Rita se transmite de generación en generación, en nuestra familia", contaba Melchor Méndez Gregores. Cargadores del ramo de la construcción llevaron la imagen. José, Ángel, Hermosinda y Nancho, de la parroquia de Rebordáns, sacaron a hombros la imagen de San Julián "es el patrono del monte Aloia y ya lo hacía un hermano mío, cuando vivía todavía don Basilio", cuenta uno de ellos. Vecinos de la parroquia de Pexegueiro miraban con cariño la imagen de San Miguel, con adornos de flores blancas. Los de Areas sacaron en procesión a las imágenes de Santa Marina y la Virgen del Rosario con diez personas, además de un niño y una niña que llevó un ramo de flores como ofrenda. "Rogamos por la salud para todos y por el trabajo para los jóvenes", contaron. Miembros de la comisión de festejos de Ribadelouro pidieron a don Basilio "que no llueva en nuestra fiesta".

Acompañaron las bandas de música de la Brilat, Escola Naval Militar de Marín y Popular de Tui. Acudieron alcaldes y ediles de la zona, el presidente de la Diputación Provincial, Rafael Louzán, y representantes de otros organismos oficiales, autoridades militares y eclesiásticas. Cerraron la procesión el alcalde de Tui, Antonio Fernández Rocha, y el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda.