La Policía Local de Redondela precintará hoy por tercera vez en los últimos dos meses las instalaciones de una planta de hormigones del barrio de Millarada, en Vilar, que carece de licencia de apertura y de actividad.

Los agentes actuarán en base a una resolución de la Alcaldía por la que se ordena la clausura inmediata de las instalaciones en situación irregular con el fin de preservar la salubridad y seguridad de los vecinos del entorno. Sin embargo, en las dos ocasiones anteriores el precinto apareció roto a los pocas horas.

El principal afectado por el funcionamiento de la fábrica, Xosé Manuel Crespo, que reside a escasos metros de la planta cementera, aseguró ayer que las máquinas "trabajan incluso por las noches, generando unos ruidos insoportables que nos impiden descansar". Además, a este problema se suma las fuertes vibraciones de la maquinaria y los camiones: "En ocasiones tiemblan las ventanas y paredes de la casa". Respecto a la rotura de los precintos en las dos veces anteriores, Crespo considera que esta medida "no sirve de nada", y reclama al Concello que adopte otras medidas "porque la empresa nos está tomando el pelo" .

El conflicto con la cementera de Vilar lleva más de una década sin resolverse. En junio del pasado año una resolución de la Alcaldía ordenaba la anulación de la licencia de apertura y actividad de la empresa, otorgada en diciembre de 1998, en conformidad con un dictamen del Consello Consultivo de Galicia con carácter preceptivo y vinculante. Esta decisión se basaba en una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Vigo, confirmada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia en marzo de 2007, que obligaba al Concello redondelano a iniciar un procedimiento para la revisión de la licencia de actividad.