La gesta del tudense Manuel Garrido Barbosa ha quedado escrita en los anales del deporte mundial, pero no ha trascendido como a él le hubiese gustado. Su barrio de Remuíños le rendía ayer homenaje junto a otro vecino, legendario del mismo deporte: José Ignacio Bugarín.

Se acuerda como si fuera ayer del cercano 18 de septiembre, cuando en Vila Nova de Gaia (Portugal) peleó hasta el final durante los 21 kilómetros del maratón piragüístico, durante casi dos horas de infarto, para hacerse con el campeonato mundial. "Me moría de ganas por acabar, dejar la canoa y abrazar a mi familia y a mis amigos que estaban esperándome en la orilla", cuenta. Su sueño acababa de cumplirse.

Cuando rebobina hacia el pasado más reciente, todavía se ve saliendo tarde desde el punto de partida. Otros palistas iban por delante. En un arranque deportivo dijo "¡a luchar!" y se puso a ello con toda su fuerza interior, acompañada de sufrimiento y control mental que siempre van unidos a las grandes gestas del hombre y de la mujer.

"Al llegar, ni siquiera sentía ya el cansancio de los 21 kilómetros ni de la batalla", dice. Acababa de proclamarse campeón mundial de esa modalidad piragüística y todo fueron abrazos, sonrisas, felicitaciones.

Lo crudo, cuenta, fue que al llegar a Tui, se acabó esa sensación, pues casi nadie lo sabía, sólo los amigos y miembros del Club Kayak Tudense al que pertenece desde los 11 años y otras personas cercanas, un vacío que le hiela un poco el corazón, sobre todo cuando compara el recibimiento del Rey Juan Carlos al equipo de baloncesto por ser campeón de Europa "y a mi ni me conoce el alcalde de Tui", dice.

Estar en el candelero le cuesta lo suyo, pues además de trabajar como camarero en un restaurante de Porriño, realiza entrenamientos intensivos desde octubre a septiembre del año siguiente. "Me pierdo salidas con amigos, las pizzas y los bocatas y me ha sido imposible compaginar la alta competición con los estudios, así que me quedé en Bachillerato para darlo todo en el deporte", relata.

Se propone revalidar todos los títulos y que el piragüismo tenga más repercusión mediática sin necesidad de ir a programas como "Gran Hermano".