La necesidad agudiza el ingenio y la situación del sector de la construcción miñorano es insostenible, así que sus responsables han tomado medidas para salir de la crisis. Ya no se construyen viviendas en el entorno, por lo que el futuro está en la obra civil. Para adentrarse en el mundo de las infraestructuras públicas, doce firmas de la construcción acaban de crear la primera cooperativa gallega de empresas del ramo. Se llama Obra Civil Val Miñor Sociedade Cooperativa Galega y sus representantes se centrarán ahora en presentársela a los ayuntamientos de la provincia, a la Diputación y a organismos públicos como el Consorcio de la Zona Franca de Vigo.

La sociedad nace con un capital de 72.000 euros, dado que cada integrante ha aportado 6.000 euros, y su objetivo inicial son los proyectos con presupuestos menores a los 200.000 euros. Su presidente, Miguel Alejos, explica que no es posible aspirar a mayores contratos porque así lo establece la normativa para las compañías que acaban de empezar. Con el paso del tiempo, la entidad tomará la experiencia y categoría profesional que le permitirán acceder a obras de mayor envergadura.

Abierta a nuevos socios

Esta diversificación de la actividad supondrá, en palabras de Alejos, el mantenimiento de los setenta empleos que ofrecen en la actualidad las doce firmas que integran la sociedad. Si la experiencia resulta positiva, los cooperativistas no descartan incluso la creación de nuevos puestos de trabajo e incluso animan a otras compañías a integrarse en la sociedad.

La iniciativa surgió en el seno de la Asociación de Empresarios do Val Miñor, según relatan Alejos y Javier Fernández, el secretario del colectivo. Hace varios meses, un grupo de empresas valoró la posibilidad de constituir una unión temporal de empresas (UTE) para optar a algunos de los proyectos del Plan E. La idea no cuajó entonces, "pero si quedou a semente para a cooperativa".

Una vez constituida la sociedad y "muy ilusionados", los cooperativistas se afanan en darse a conocer a las instituciones. Los planes de la Diputación y del Estado y el desarrollo del polígono de Porto do Molle podrían suponer la "salvación" para todos ellos.

"Nigrán e Baiona tomáronnos o pelo en relación ao plan E"

El plan estatal anticrisis que ha subvencionado numerosos proyectos en todos los ayuntamientos españoles animó a esta docena de empresarios a unirse para ampliar sus posibilidades a la hora de optar a las obras. Sobre todo porque, según afirma Alejos, "Nigrán e Baiona tomáronnos o pelo en relación ao plan E". Y es que las obras que han desarrollado ambos ayuntamientos dentro del proyecto del Gobierno central han sido adjudicadas a empresas foráneas. "Só Araúxo –el ex alcalde de Gondomar– se preocupou de presentar obras menores para que as compañías do seu municipio puidesen realizalas e mesmo se molestouen chamar ás empresas para animalas a presentar as súas ofertas", apunta.

Un gerente para firmas de obra, fontanería y pintura

Obra Civil Val Miñor Sociedade Cooperativa Galega está integrada por doce empresas, entre ellas diez constructoras, dos compañías de pintura y decoración y una de fontanería y calefacción. "Con este abanico de actividades poderemos optar a obras máis completas e tamén buscar alternativas en sectores como as enerxías renovables", apuntan.

La sociedad ha contratado un gerente, el arquitecto Modesto Martínez Sienes, también miñorano, que se encargará de gestionar las ofertas y proyectos y coordinar la actividad de todos los socios.