El alarmante estado de deterioro que presentaban los pilares del pantalán de madera de Cesantes, como llevaban denunciando los vecinos y marineros de la zona desde hace un año, acabó finalmente con el derribo de una parte de su estructura.

El fuerte viento y las corrientes durante la última pleamar del pasado lunes fueron la puntilla para la vieja estructura que se encontraba con su acceso cerrado desde el mes de mayo ante la falta de seguridad, como advertía un cartel colocado en la valla que impedía el paso a la pasarela. "Estaba claro que esto iba a pasar algún día. El pantalán llevaba mucho tiempo con sus pilares en mal estado y se movía mucho hasta que el temporal se lo llevó", explica Agustín Horacio Expósito, empleado del hotel Antolín, situado enfrente del embarcadero.

Aunque la caída de la pasarela no causó sorpresa entre los vecinos de la parroquia, los clientes de este establecimiento de hostelería –que se encuentra lleno estos días por la feria Conxemar de Vigo– no salían de su asombro ayer cuando veían una parte de la estructura de madera flotando a decenas de metros de distancia.

"Es una pena que perdamos este pantalán porque daba un buen servicio a los marineros y a los vecinos de la zona, que lo utilizaban para pescar, pasear o amarrar sus barcas", lamenta José Rodríguez, un jubilado que acude con frecuencia a pasear por esta playa redondelana.

El portavoz de la comisión de las Fiestas del Carmen de Cesantes, Leonardo Cabaleiro, cree que "faltó voluntad" por parte de las administraciones para solucionar las deficiencias que presentaba la pasarela, puesto que les avisaron en varias ocasiones de su estado de deterioro. "Simplemente se valló para dejarla caer", apunta. Precisamente este colectivo fue el que, en octubre del pasado año, dio la voz de alarma sobre el pantalán, y su cierre les obligo a celebrar la procesión marítima del Carmen con una plataforma flotante en la playa.

El pasado mes de julio, la Consellería do Mar aclaraba que el embarcadero –que fue construido hace una década para las obras de rehabilitación de la isla de San Simón– no formaba parte de ningún puerto ni estaba adscrito a ninguno de competencia autonómica, por lo que su reparación correspondía a la Dirección General de Costas, del Ministerio de Medio Ambiente.