El ruido de las juergas de varios jóvenes durante los fines de semana de este verano en la parroquia gondomareña de Morgadáns genera malestar entre vecinos y BNG. Denuncian fiestas con botellón que se prolongan durante altas horas de la madrugada. Además, afirman que llegan en motocicletas y coches que realizan maniobras de cara a la galería, con el consiguiente malestar para los inquilinos de las decenas de viviendas de las cercanías del inmueble.

El Bloque, a través de su responsable local, Xosé Valverde, culpó ayer de la situación al presidente de la Entidad Local Menor de Morgadáns, Urbano Esmerode, por permitir el uso de “un ben común para toda a comunidade para botellóns que que prea convivencia familiar”. En este sentido, recordó que el local fue donado por emigrantes de Morgadáns para llevar a cabo actividades de naturaleza cultural o educativa.

Según relatan los vecinos, los propios jóvenes cuentan con una llave para acceder a Escolas de Guillufe, pese a que muchos de ellos ni siquiera pertenecen a la parroquia. Las personas que intentaron poner fin al alboroto creado por la alta megafonía fueron increpados, hasta el punto que en alguna ocasión se tuvieron que presentar en el lugar agentes de la Guardia Civil. “Unha persoa foi evacuada con coma etílico”, comenta Valverde.

Carreras

En los viales adyacentes se registran carreras entre vehículos, con maniobras que poner en peligro la seguridad de los vecinos. Los nacionalistas responsabilizan a Esmerode de lo que pueda ocurrir, por ser la entidad local la propietaria de las instalaciones públicas.

El vocal del BNG; Xaime Lusilde, presentará una moción en el próximo pleno de Morgadáns para que se “repoña o descanso da parroquia”. Los nacionalistas aseguran que de forma habitual se niega el uso a los vecinos para diversos actos.