El enorme vertedero ilegal de basuras de Porto do Molle tiene los días contados. Camiones y excavadoras trabajan intensamente en la parcela para retirar los residuos sólidos urbanos allí existentes y trasladarlos a otro recinto. Otra parcela a unos trescientos metros recibirá los desechos y los verá desaparecer tras su sellado. Todo ello requiere una inversión de 755.000 euros que aportó la Consellería de Medio Ambiente el año pasado.

Maquinaria y operarios se dedican desde hace dos semanas a los trabajos cuyo plazo de ejecución durará 4 meses, por lo que se prevé que el paisaje se encuentre totalmente renovado en agosto.

El proyecto implica el aislamiento de los residuos acumulados en la nueva parcela, donde serán rodeados con una especie de gran bolsa plástica, que se ocultará a su vez con tierra y césped.

Zona Franca no sólo debe hacer desaparecer este vertedero, sino también de controlar los gases generados por la acumulación de desechos, además de las aguas superficiales, las aguas subterráneas, gestionar los lixiviados producidos y recuperar la calidad paisajística de la zona.

Los vecinos disfrutarán así de una nueva zona verde, aunque continúan sin un lugar donde depositar los residuos peligrosos en el municipio. Gobierno local y Zona Franca negocian el desarrollo de un punto limpio en el polígono industrial.