La Mostra de Cultivos do Baixo Miño permanece abierta el público en el pabellón de Goián (Tomiño) hasta última hora de hoy como escaparate de un sector estratégico que cuenta con los mejores viveristas de Pontevedra y empresas que suman una facturación anual de 30 millones de euros.

El presidente del colectivo de productores del Baixo Miño, Juan Peixoto Moure, aportó ayer estos datos en el acto inaugural donde puso de relieve la importancia de este sector productivo que cuenta con 250 hectáreas de plantas ornamentales, 50 dedicadas a flor y otras cincuenta hectáreas de huerta. Además, en la comarca existe el único vivero productor de kiwi del país y auguró que la Mostra “repercutirá positivamente en un sector en proceso de expansión”.

La alcaldesa de Tomiño, Sandra González, transmitió un saludo especial del nuevo conselleiro de Medio Rural, quien no pudo acudir a la invitación. La regidora local se dirigió a los empresarios destacando “el valor que se da al territorio con la presencia de vuestras empresas”. Predijo un futuro halagüeño al decir que “la tierra es un elemento vivo y productivo del que se puede obtener riqueza”. Igualmente afirmó que este sector resiste mejor la crisis que otros. Dijo que “es tiempo de unirse y trabajar en común” y añadió que “las instituciones públicas deben funcionar como colaboradoras de iniciativas válidas” que contribuyen a tener oportunidad de negocio.

Se refirió a la Oficina de Igualdade que pone en valor el trabajo de las mujeres viveristas con la proyección del documental “A forza da terra”, de André Martins, que se proyecta en el recinto. Recordó que a las 17.00 horas de hoy se presentará el libro “Os Bolechas queren saber como é un viveiro de Tomiño”, de Pepe Carreiro.

En el recinto expone la única mujer titular de un vivero en la comarca, María José Pinto Álvarez, de Estás. Los profesionales pueden contemplar especies que se utilizan en obra pública como santolinas, lavandas, tomillo, salvia y romero, para parterres. En jardines predomina el tipo arbustivo como potentillas, verberis, erikas, cayunas o spíreas. En los de última generación se está utilizando la planta tapizante que evita el mantenimiento. También pudieron verse bonitos leptospermum, en forma de copa. En maquinaria se presenta un escarificador, para airear la tierra de jardín después de la plantación, para oxigenar el suelo y evitar el musgo.