Velan por la seguridad de los baioneses cada día, pero el gobierno local parece no confiar en ellos y les ha retirado las llaves de la casa consistorial. Los agentes de la Policía Local de Baiona se ven obligados a esperar una hora cada día en la calle a que alguien abra las puertas del concello para poder entrar, enfundarse el uniforme y salir a patrullar. Las bajas médicas de primero ocho y ahora cuatro de los trece agentes de la plantilla les han traído represalias. La primera, la retirada de las llaves para acceder a su puesto de trabajo en el turno de mañana.

Cualquier funcionario del ayuntamiento baionés dispone de llaves y los efectivos policiales también contaban con su juego hasta el pasado mes de marzo. Ahora deben obedecer una orden escrita y firmada por la jefatura que les insta a dejarlas por debajo de la puerta del consistorio cada noche a las 23.00 horas, cuando termina su jornada laboral.

Y es que la “enfermedad” de casi los dos tercios de la plantilla ha obligado al gobierno municipal a suprimir el turno de noche. Las llaves les resultaban muy útiles cuando se incorporaban a las siete de la mañana a su puesto de trabajo y los compañeros de la noche se encontraban en algún servicio. “Ahora también nos harían falta pero tenemos que perder una hora de nuestro trabajo por un capricho”, señalan efectivos del cuerpo municipal.

Apoyados en la pared del ayuntamiento, charlando o mirando el paisaje vacío de la plaza al amanecer. Así pasan la hora muerta desde las 7.00 a las 8.00 los agentes. En caso de lluvia, introducen sus vehículos particulares en el casco antiguo para esperar a que abran el ayuntamiento resguardados. Por suerte, los bolardos de las entradas a la zona monumental se encuentran bajados durante la noche por si se produce alguna emergencia y pueden acceder sin problemas.

Los vecinos de Baiona son los que pagan las consecuencias la situación. Antes de perder la “custodia” de las llaves, los agentes se presentaban cada lunes a las ocho en punto en Sabarís para controlar la instalación del mercadillo y el tráfico. Ahora resulta imposible llegar a la hora. Es más, si a las 7.05 se produce un accidente u otra emergencia, los policías no pueden acudir pese a encontrarse dentro de su jornada laboral.